Según el MINSA, el aseguramiento universal es “el derecho a la atención en salud con calidad y en forma oportuna que tiene toda la población residente en el territorio nacional desde su nacimiento hasta su muerte.” Esto demanda enormes retos alEstado como ente garante y un trabajo con todos los actores involucrados. Pero antes algunos comentarios para manejar los mismos términos:

¿Quién es el responsable?

El responsable es el Estado. La Constitución Política del Perú en sus artículos 9 y 10 lo señala: Artículo 9.- Política Nacionalde Salud. El Estado determina la política  nacional de salud. El Poder Ejecutivo norma y supervisa su aplicación. Es responsable de diseñarla y conducirla en forma plural y  descentralizadora para facilitar a todos, el acceso equitativo a los servicios de salud. Artículo 10.- Derecho a la Seguridad Social. El Estado reconoce el derecho universal y progresivo de toda persona a la seguridad social, para su protección frente a las contingencias que precise la ley y para la elevación de su calidad de vida”.

¿Cuántas personas en el país tienen un seguro?

Según el INEI: “En el año 2016, Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO)” del primer trimestre del presente año, el 75,4%de la población cuenta con algún seguro  de salud. Es decir, aún hay personas en nuestro país que están desprotegidos ante la eventualidad de enfermarse y de tener  alguna enfermedad que por el gasto altera la económica del hogar.Como podemos hacer para que todas las personas en el país tengan acceso a una  cobertura de salud, que garantice el acceso al menos a servicios esenciales. Tres puntos son importantes: Los costos, que incluye la  cobertura del seguro y el financiamiento. Que nos pongamos de acuerdo y trabajen en conjunto todos los actores, hará más eficiente el logro del objetivo de la cobertura universal.

¿Es posible garantizar todo a todos?

A pesar de que la respuesta políticamente no sea correcta, es evidente que no es posible, la demanda siempre es grande y los recursos escasos, más aún cuando no se es eficiente en el uso de esos recursos. Entonces debemos pensar basados en la evidencia disponible, que medidas son necesarias para  mejorar la salud de la población. Pero para mejorar la salud de la población, la mayor inversión no debe hacerse en infraestructura de salud, que por cierto aún tiene una brecha, lo más importante es invertir en todos los determinantes de la salud (Biología humana, medio ambiente, estilo de vida y sistema  sanitario). De entre los cuatro, la inversión en el estilo de vida y medio ambiente logra  un mayor impacto.

Falta de mesas de trabajo

A pesar que todos coincidimos en el objetivo de mejorar la salud de la población, no  hay espacios de trabajo en conjunto donde prime la colaboración abierta y transparente.Hay requisitos mínimos para que esto se logre.  Ponernos de acuerdo en las actividades a asegurar, establecer los costos reales de cada prestación, quien va a financiar, quienes son los beneficiarios acreditados y finalmente los mecanismos de interoperatividad que garantice el flujo administrativo , económico y financiero.

La estrategia de atención primaria y de los trabajadores comunitarios

A pesar de los 40 años de la estrategia de atención primaria, esta no se ha utilizado al máximo que permita obtener todos los beneficios y externalidades.  Ningún sistema de salud puede ni debe excluir a la población en el diseño de la políticas de salud y de los objetivos por regiones o por áreas geográficas.

Necesidad de hablar el mismo lenguaje de gestión

Si no podemos comunicarnos, es posible trabajar en conjunto, el personal de salud vs los administrativos; el público vs el privado; los financiadores vs los prestadores, etc. El lenguaje de gestión bien utilizado permite que todos los actores se entiendan, transparente y garantiza el camino a los resultados.

Ánalisis y conclusiones

Aún estamos lejos de conseguir la cobertura  universal y de tener a todos afiliados, también estamos lejos de que todos los que  tienen un seguro puedan acceder adecuadamente aun servicio de calidad. Son necesarios los costos y los flujos de intercambio prestacional. Para poder  determinarlos es necesario establecer los procesos y estos deben ser entendidos por todos los trabajadores y no solo por  especialistas. Es fundamental contar con la historia clínica electrónica, su adecuado almacenamiento y seguridad, y que esté disponible para cuando lo necesite el paciente frente a una prestación de salud.

No podemos tener el mismo modelo para la costa, la sierra y la selva, las estrategias de prestación deben ser diferentes y por lo tanto también las formas de financiamiento. Debe trabajarse con la comunidad y sus autoridades en establecer los objetivos prioritarios para cada región o ciudad.


Guillermo Alva Burga
MBA de ESAN. Mención en Finanzas.
Postgrado de Gerencia en Servicios de Salud de ESAN.

 

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