Bajo el lema “Yo soy y Voy a”, la comunidad global conmemoro el pasado 4 de febrero el Día Mundial contra el Cáncer, promovido por La Organización Mundial de la Salud, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) con el objetivo de aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad.

Todos hemos oído hablar del cáncer, y la mayoría de nosotros, conocemos directamente a personas con esta enfermedad que causa tanto temor. Pero ¿sabemos realmente qué es el cáncer? El cáncer es una enfermedad que hace que un grupo de células del organismo crezcan de manera anómala e incontrolada dando lugar a un bulto o masa. Esto ocurre en todos los cánceres excepto en la leucemia (cáncer en la sangre). Si no se trata, el tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo diseminándose a otros órganos y tejidos. Aproximadamente se estima que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres tendrá cáncer en algún momento de su vida. Cada año se diagnostican en el mundo más de 14 millones de casos nuevos y la enfermedad provoca 9,6 millones de muertes al año.

Con estas cifras, es muy probable que nosotros mismos o alguien de nuestra familia tengan cáncer en algún momento de sus vidas. Por eso se trata de una cuestión que nos afecta a todos.

Cáncer en las Américas

En la Región de las Américas, el cáncer es la segunda causa de muerte. Se estima que 4 millones de personas fueron diagnosticadas en 2020 y 1,4 millones murieron por esta enfermedad. Aproximadamente, el 57% de los nuevos casos de cáncer y el 47% de las muertes ocurren en personas de 69 años de edad o más jóvenes, cuando se encuentran en lo mejor de sus vidas. Los tipos de cáncer diagnosticados con mayor frecuencia entre los hombres son: próstata (21,7%), pulmón (8,9%), colorrectal (7,8%), vejiga (4,5%) y melanoma de la piel (3,4%). Entre las mujeres, los tipos de cáncer con mayor incidencia son: mama (25,4%), pulmón (8,5%), colorrectal (7,9%), tiroides (5 %) y cervicouterino (3,8%)

Los tipos de cáncer que causaron más muertes entre los hombres son: pulmón (18%), próstata (11,1%), colorrectal (9,4%), hígado (6.1%) y estómago (5,6%). En las mujeres son: mama (13,2%), pulmón (12,3%) colorrectal (7%), cervicouterino (5.3%) y ovario (3,9%).

Tendencias a futuro

A nivel mundial, se estima que hubo 20 millones de nuevos casos de cáncer y 10 millones de muertes por cáncer. La carga del cáncer aumentará aproximadamente en un 60% durante las próximas dos décadas, lo que afectará aún más a los sistemas de salud, a las personas y a las comunidades. Se prevé que la carga mundial por cáncer aumente a unos 30 millones de nuevos casos para 2040, y el mayor crecimiento se producirá en países de ingresos bajos y medianos.

Si no se toman medidas para prevenir y controlar el cáncer, se prevé que el número de personas que serán diagnosticadas con cáncer aumentará en un 55%, lo que significa aproximadamente 6,23 millones de personas para 2040, en la Región de las Américas.

El cáncer puede prevenirse y controlarse

La carga del cáncer se puede reducir mediante la implementación de estrategias basadas en la evidencia para su prevención, tamizaje, detección temprana, tratamiento y también para mejorar el acceso a los cuidados paliativos. Los factores de riesgo modificables más comunes para el cáncer, son compartidos con los de otras enfermedades no transmisibles, e incluyen:

• El consumo de tabaco.
• Baja ingesta de frutas y verduras.
• El uso nocivo de alcohol.
• Falta de actividad física.

Algunos de los factores de riesgo específicos para cáncer incluyen las infecciones crónicas del virus del papiloma humano (VPH) -para cáncer cervicouterino-, hepatitis B y C – para cáncer de hígado- y H. pylori -para cáncer de estómago.

Se estima que del 30 al 40 por ciento de los cánceres se pueden prevenir al reducir la exposición a estos factores de riesgo. Las políticas de salud pública se pueden implementar para respaldar la elección individual de estilos de vida saludables, convirtiéndolas en la opción más fácil. Muchos otros tipos de cáncer, especialmente el cervicouterino, el de mama y el cáncer colorrectal, pueden detectarse temprano y tratarse eficazmente a través de programas organizados de tamizaje y detección temprana ligados a un el acceso al tratamiento oportuno.

La OPS/OMS trabaja con los países miembros en diferentes aspectos relacionados con la prevención y control del cáncer.

CANCER Y EL COVID-19

Las personas con cáncer tienen un mayor riesgo de sufrir COVID-19 grave. En el grupo de las personas que contraen COVID-19 y tienen una afección subyacente, como el cáncer, la mortalidad es más alta que las que no tienen cáncer. Dada la vulnerabilidad de los pacientes con cáncer, se recomienda que los servicios continúen el proceso de reorganización hasta que se reduzca el riesgo de infección por COVID-19 durante la pandemia.

Este virus ha provocado interrupciones en los servicios de salud esenciales, incluida la atención del cáncer. Los retrasos en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer tienen un impacto en la progresión del cáncer, y durante la pandemia de COVID-19, los retrasos en la atención del cáncer podrían conducir a picos futuros de mortalidad por cánceres potencialmente curables, como resultado de no recibir el tratamiento estándar.

Por esta razón, se deben gestionar los servicios oncológicos rápidamente y evitar la acumulación de retrasos en el tratamiento, con el fin de prevenir un aumento de las muertes evitables por cáncer. Al mismo tiempo, la prevención de la infección por COVID-19 en los centros donde se prestan servicios oncológicos es fundamental para proteger a los pacientes y los trabajadores de los centros de salud.

Finalmente se deben realizar esfuerzos para mantener los objetivos del tratamiento y controlar los síntomas y las complicaciones.

Fuente: OMS

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