Hablar de Terapia nutricional como un equipo de profesionales en el Perú, es un hecho por demás nuevo o totalmente desconocido, en especial de las autoridades del estado, y todo el sistema de salud en general, y en verdad, parece ser que pasará mucho tiempo para que obtenga el verdadero valor de su importancia. Y es que considerar el estado nutricional de los pacientes que se hospitalizan en todo nivel hospitalario, nunca ha sido tomado como prioridad y esto hace que se pase por alto el estado inmunológico, estado de masa muscular, estado de la reserva energética de cada paciente, y eso a su vez guarda relación con la fortaleza de un organismo a soportar y superar todo tipo de enfermedad, sin mencionar las complicaciones más frecuentes, como es la Desnutrición Hospitalaria (pacientes que durante el periodo de hospitalización presentan desnutrición, sarcopenia y déficit calórico, comparado con el momento de su ingreso).

Enfermedades como la que estamos viendo con SARS COV2, que hacen una excesiva demanda proteica, y energética, pueden ser más complicados y hasta fatales, en aquellos pacientes que llegan con algún grado de malnutrición, sobre todo si es que sufren de alguna enfermedad crónica y no ha recibido una orientación adecuada en la alimentación, cosa que empeora el estado de respuesta inmunológica, y puede ser un factor negativo que infl uye mucho más de lo que nos imaginamos en la respuesta a esta infección aguda y severa.

De otro lado, si en cada Hospital Nivel III a nivel nacional, se pudiera contar con un equipo multidisciplinario, compuesto por un Nutricionista clínico, un Químico farmacéutico con formación en Terapia nutricional, una enfermera entrenada en Terapia nutricional y un Médico con conocimiento en metabolismo, bioquímica e inmunología, que se dedicara a captar, evaluar, tratar, y por qué no, complementar la terapia del servicio, nos encontraríamos con resultados similares a los que se encontraron en aquellos países que los vienen utilizando desde la década de los años 70 del siglo pasado: Menor mortalidad, menor estancia hospitalaria, menores reingresos hospitalarios, todo ello son factores que influyen mucho en la recuperación del paciente y en el tema de farmacoeconomía. De manera que podemos decir que la función de los equipos encargados en nutrición clínica, va más allá de solo nutrir, e implica una terapia mucho más exhaustiva de manera molecular, celular, bioquímica, farmacológica, que complementa el trabajo y objetivo de la sala donde se encuentra hospitalizado el paciente.

Sabemos que muchos pacientes hospitalizados, ingresan con algún grado de desnutrición, si ese paciente se agrava o es sometido a una terapia quirúrgica, radioterapia o ingresa a un respirador mecánico, su alimentación ya no será completa y agravará ese estado previo de desnutrición, debido a que el organismo a nivel molecular, no entiende porque no le llegan nutrientes encontrándose en un estado de estrés metabólico, donde las necesidades de macro y micronutrientes son elevadas, tan igual que muchos minerales y vitaminas que participan como cofactores, coenzimas o estabilizadores de membrana. El no contar con estos elementos puede llevar a una falla celular, específi camente mitocondrial, que conlleva a un défi cit energético que es la base fundamental para la mayoría de órganos vitales: Nos quedamos sin energía, y eso se traduce en debilidad muscular, debilidad de los músculos respiratorios, del músculo cardiaco, y de todo lugar que cuente con músculo, siendo esto algo que termine en un desenlace fatal.

Es por eso que es necesario informar y capacitar a las autoridades, acerca de esta situación que a pesar de que es real y se palpa todos los días, mucho más en hospitales de provincia o rurales, donde no se cuenta ni siquiera los insumos básicos para brindar una nutrición elemental a los pacientes que utilizan sondas para su alimentación, menos personal entrenado.

Si bien es una tarea difícil, se debe seguir entrenando a más profesionales de las diferentes áreas relacionadas, a estudiantes universitarios que sean formados con una visión global, trabajo en equipo, sensibilizar a las áreas administrativas para inviertan en nutrientes e insumos que salvarán vidas, y fi nalmente, llegar a las autoridades del gobierno para que sea considerado prioridad en salud la lucha contra la Desnutrición Hospitalaria.

Dr. Juan Carlos Plácido Olivos
Médico Intensivista CMP 25722 /RNE 17514
Clínica San Judas Tadeo

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