El nuevo coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad COVID-19, avanza por todo el planeta sumando más de 3,3 millones de fallecidos y más de 159,7 millones personas infectadas. Así evoluciona el número de casos y muertes en el mundo.
El país más afectado en términos absolutos es Estados Unidos, con más de 32,7 millones de contagios y por encima de los 582.000 fallecimientos, seguido de la India, que se ha convertido en el segundo país con más casos con más de 23,3 millones de diagnósticos y más de 254.000 muertos, y de Brasil, que rebasa los 15,2 millones de infecciones y que alcanza los 425.000 decesos.
El número de casos y muertes globales en la última semana ha descendido ligeramente, aunque la incidencia continúa en sus niveles más altos desde el inicio de la pandemia. El Sudeste Asiático, con India a la cabeza, sigue liderando el crecimiento por novena semana consecutiva. En los últimos siete días, la región ha registrado un repunte del 6 % en los casos semanales y del 15 % en las muertes, según el último informe de situación de la OMS.
Aunque en el resto del mundo se detectan descensos, Europa sigue siendo otro de los focos principales de la pandemia. Durante el último mes, se han reducido los casos y las muertes, pero el continente superó el millón de muertos a mediados de abril.
Lo mismo ha ocurrido en América, que acumula tres semanas de descenso. Allí los fallecidos ya superan el millón. Preocupan Estados Unidos, Brasil, Argentina y Colombia.
En cuanto a las muertes, América y Europa suman alrededor del 80 % de las que se han producido en el mundo, mientras que Asia, el continente donde surgió la pandemia, reporta un 16 % de fallecidos. El siguiente gráfico recoge las muertes diarias por cada 100.000 habitantes en cada país. En lugares como España se observan dos grandes episodios de mortalidad por coronavirus: el primero, entre marzo y abril; y el segundo, entre noviembre y diciembre.
Datos por continente
En Estados Unidos, la nación más azotada, la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden ha supuesto un cambio de rumbo en la gestión de la pandemia. Por otro lado, China, el país epicentro del brote, ha contenido durante meses el avance de la pandemia. Ahora en Asia el país más afectado es India, el segundo más poblado del mundo, que no ha podido evitar la expansión del SARS-CoV-2.
En África, el ritmo de contagios se ha acelerado desde noviembre y suma ya 4,6 millones de casos y 125.000 muertos de la mano de la segunda ola que atraviesa el continente bajo la amenaza de las nuevas variantes del virus y la escasez de vacunas. Y en Latinoamérica, la rápida propagación del virus en Chile, Perú, Colombia, Panamá y Bolivia está desbordando los sistemas sanitarios del continente.
En Oceanía, la tónica han sido las restricciones severas. Australia, que ha registrado 29.000 contagios y poco más de 900 muertes, se vio obligada a imponer restricciones en verano tras controlar durante varios meses la expansión del coronavirus. Nueva Zelanda, que impuso un confi namiento muy estricto, declaró el país libre de coronavirus el 8 de junio y lo volvió a conseguir en diciembre tras controlar sus brotes activos.
El coronavirus, que ya ha dejado más de 3,3 millones de muertes en todo el mundo, ha tenido, sin embargo, una letalidad desigual en cada territorio: aunque Estados Unidos, Brasil e India son los tres países con más fallecidos en términos absolutos, la comparación entre las muertes de países con más de un millón de habitantes en relación con su población revela que Hungría es el que presenta una tasa de mortalidad más elevada, con 294 decesos por cada 100.000 habitantes. España, que llegó a ocupar el segundo puesto en este ranking, reporta actualmente una tasa de 166 fallecidos.
El virus ya ha dado varias vueltas al mundo. Desde que la pandemia despuntara en China a fi nales de 2019, las distintas olas de contagios y muertes han afectado al planeta de forma desigual. Los casos crecieron en Europa en marzo de 2020, aunque el virus golpeó pronto a América, y en octubre ya se alcanzó el millón de fallecidos a escala global. En abril de 2021, con la segunda ola el coronavirus superó largamente los cien millones de personas contagiadas.
La vacuna en el mundo
El camino hacia la inmunidad global frente al coronavirus ya ha comenzado: el 8 de abril la vacunación frente al coronavirus superó el 5 % de la población con al menos una dosis, una inoculación que actualmente alcanza a más de 665 millones de personas. El pasado 30 de abril se superaron los 1.000 millones de inyecciones administradas, más de la mitad de las cuales se pusieron durante ese mes, según los datos recogidos por Our World in Data.
La vacunación alcanza a más de 190 territorios y países de todo el planeta, entre ellos, España. Sin embargo, existe una gran diferencia entre continentes.
En el caso de África, 44 territorios han comenzado la campaña de vacunación. En Asia son 46 las regiones que han comenzado a vacunar a su población, mientras que en América son 41, entre ellos grandes países como Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Chile, Perú, Argentina, Panamá, Ecuador o Bolivia.
La vacunación está especialmente extendida en Norteamérica, que a comienzos de mayo ya contaba con una de cada dos personas con al menos una dosis. Por su parte, la Unión Europea alcanzó un nuevo hito el pasado 3 de mayo al tener a uno de cada cuatro ciudadanos con al menos una dosis.
En países como España, la inoculación vuelve a coger ritmo tras varias semanas lastrada los retrasos y conflictos con las empresas farmacéuticas en la compra anticipada. Hasta la fecha, la Comisión Europea ha dado luz verde únicamente a cuatro vacunas: la de Pfizer/ BioNTech; la de Moderna; la bautizada como Janssen, de Johnson&Johnson; y la de AstraZeneca.
La inoculación de estas dos últimas quedó suspendida de manera preventiva -durante la tercera semana de marzo, en el caso de AstraZeneca, y durante la primera quincena de abril, en el de Janssenpara investigar la vinculación de ambos fármacos con casos de trombosis. No obstante, las dos vacunas han recibido el respaldo de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y AstraZeneca se sigue inoculando en personas de 60 a 69 años en España.
Entretanto, decenas de países siguen esperando la primera dosis, algo que el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom ha denunciado en reiteradas ocasiones. “En enero anuncié que el mundo estaba al borde de una catástrofe a no ser que se implantaran medidas para una distribución equitativa de vacunas. Es sorprendente lo poco que se ha hecho para solventarlo y, de hecho, la brecha entre el número de vacunas administradas en los países ricos y a través del mecanismo Covax crece cada día”, expreso el funcionario.
Desde el principio, Israel se ha desmarcado del resto de países, tanto en dosis por cada 100 habitantes como en población con la pauta de vacunación completa, algo a lo que han contribuido sus características particulares de población y geografía, el ritmo de vacunación israelí no tiene parangón hasta la fecha.
¿Qué vacunas se usan en cada país y cuánto pagan por ellas?
La vacuna creada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca es la más adoptada en todo el mundo debido a la facilidad para su conservación y a su bajo precio (entre los 1,73 euros por dosis que paga India y los 4,41 euros que le cuestan a Sudáfrica). En la Unión Europea la administran 22 estados, aunque no es la favorita, ya que son 26 estados de la UE los que han recurrido a otra más cara: la de Pfizer/BioNTech, según los datos de OurWorldinData.
Atendiendo al precio de cada vacuna, la Unión Europea paga entre seis y nueve euros por cada dosis de los diferentes sueros que utiliza, según datos publicados por Unicef. En cuanto a la vacuna de Janssen, la Comisión Europea es el organismo que ha logrado un mejor acuerdo, con 7,14 euros por cada dosis, mientras que EE.UU. es el que más paga: 8,40 euros por cada inyección.
Fuera del viejo continente, India es el país que menos tiene que invertir en cada dosis: gasta unos 2,30 euros. Por su parte, EE.UU. es el que menos paga por la vacuna de Moderna, 12,60 euros por dosis, mientras que la UE invierte 15,12 euros por cada inyección.
Fuente: OMS