El 12 de marzo se celebra el Día Mundial del Riñón, con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de la prevención de las enfermedades renales, los factores de riesgo y cómo abordar las dolencias de este órgano. En este sentido, de acuerdo con las cifras de la Organización Mundial de la Salud, se calcula que 2,4 millones de personas mueren cada año en el mundo por la enfermedad renal crónica, siendo, así, la sexta causa de muerte que más rápidamente está creciendo a nivel global. En total, se considera que existen 850 millones de pacientes con patologías renales.
La enfermedad renal crónica del riñón, también llamada insuficiencia renal crónica, describe la pérdida gradual de la función renal. Los riñones filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, que luego son excretados en la orina. Cuando la enfermedad renal crónica alcanza una etapa avanzada, niveles peligrosos de líquidos, electrolitos y los desechos pueden acumularse en el cuerpo.
Los profesionales enfermeros tienen un papel crucial en los pacientes que padecen alguna enfermedad renal siendo las personas encargadas de sus cuidados contemplando los aspectos biopsicosociales y culturales, realizando diagnósticos y tratamientos de las respuestas humanas a los problemas reales o potenciales de la salud. Trabajarán en el equipo de salud, pero habrá aspectos que requerirán que actúe con independencia profesional dentro de un abordaje disciplinario, utilizando sistemas de registros de su actividad.
El riñón
Los riñones son dos órganos, situados por encima de la cintura y recubiertos por tres capas, una interior que se denomina cápsula renal, una intermedia conocida como adiposa, que protege el primer estrato, y una externa llamada fascia renal, que une a los riñones con los órganos colindantes.
FUNCIONES DEL RIÑÓN
Filtrado
Conocido por ser la primera etapa de formación de la orina, el fi ltrado de la sangre que llega a los riñones permite, mediante la diferencia de presiones en el interior del órgano, la depuración de distintos componentes hematológicos. La capacidad de fi ltración de los riñones está cifrada alrededor de los 150 o 180 litros al día.
Reabsorción
Según el filtrado avanza en los componentes internos del riñón, se produce la reasimilación de sustancias que transporta la sangre, como el agua, la glucosa, los aminoácidos o los electrolitos.
Producción de hormonas
• Eritropoyetina: generada cuando se dan situaciones de hipoxia, aumentando la cantidad de hematíes.
• Vitamina D3: actúa en el metabolismo del calcio y el fósforo.
• Renina-angiotensina: para el control de la presión sistémica.
• Prostaglandinas: tienen propiedades dilatadoras y constrictoras de los vasos sanguíneos.
Secreción
Eliminación de distintos elementos, como la urea, el sodio o algunos medicamentos.
Orina
Los riñones producen alrededor de un litro y medio de orina diaria, cuyos principales componentes son desechos metabólicos, electrolitos, hormonas y, entre otros, restos celulares.
Diálisis
Usada como asistencia en caso de insuficiencia renal, en función del método empleado para la diálisis existen dos técnicas de tratamiento sustitutivo de las funciones del riñón (el tratamiento conservador está más enfocado a paliar las complicaciones asociadas a esta dolencia y prevenir sus consecuencias):
Hemodiálisis
Técnica de depuración sanguínea extracorpórea mediante una membrana semipermeable, denominada dializador, que funciona a través de dos mecanismos distintos:
• Difusión: el trasvase pasivo de sustancias a través de dicha membrana, que depende de distintos factores, como el coeficiente de transferencia de masa del dializador o del flujo del líquido de la diálisis.
• Ultrafiltración: paso simultáneo, a través de la membrana, del agua de la sangre y de distintas soluciones.
El trasvase de la sangre del paciente a la máquina de hemodiálisis se lleva a cabo a través de las denominadas líneas hemáticas, que conectan los accesos vasculares, uno arterial y otro venoso, que restablece el líquido depurado, hasta el dializador.
Complicaciones:
• Hipotensión: principalmente, por la bajada significativa del volumen de plasma.
• Náuseas y vómitos: suelen hacer su aparición en estado de hipotensión.
• Calambres: sobre todo en la última fase de la hemodiálisis.
• Dolor de cabeza.
• Alergia.
• Fiebre.
• O, entre otras, arritmias en aquellas personas que tienen diagnosticadas patologías cardiacas asociadas.
Diálisis peritoneal
Mediante la entrada de un catéter en la localidad peritoneal, que se emplea como membrana semipermeable natural, se introducen las sustancias adecuadas.
Complicaciones
• Precoces: pueden desarrollarse durante la implantación del catéter (perforación de un órgano o vaso capilar) o durante la etapa de cicatrización del mismo (poco flujo o aparición de dolor).
• Tardías: pueden caracterizarse por ser infecciosas o no infecciosas (denominadas mecánicas, referentes al instrumental, de falta o exceso de líquidos y metabólicas).
Nefropatías. – Este término hace referencia al daño, enfermedad o patología que afectan temporal o permanentemente a la función de los riñones. Este tipo de enfermedades ataca a las unidades anatómicas y funcionales de los riñones (nefronas), que son las que se encargan de la fi ltración y reabsorción de las sustancias del organismo. Suelen ser provocadas por lesiones renales o alguna intoxicación, síntomas que suelen tardar en manifestarse, lo que da lugar que en ocasiones el paciente no sea consciente de ella hasta pasado un tiempo. Entre las más comunes están las siguientes:
• Cálculo renal: se trata de la concreción en el riñón que puede bloquear el flujo de orina. Si el cálculo bloquea el uréter, se produce un cólico renal repentino, grave y paroxístico, generalmente acompañado de escalofríos, fiebre, hematuria y frecuencia miccional. Si los calculus no remiten espontáneamente, deben ser extraídos.
• Cáncer de riñón: es el cáncer que se forma en el tejido de los riñones. Tiene una mayor incidencia en personas adultas y entre sus causas se encuentra el consumo de alcohol y tabaco, la mala alimentación o el abuso de medicamentos. Es común que los síntomas se presenten cuando el cáncer está avanzado.
• Insuficiencia renal: se refi ere a la disminución de la capacidad renal para eliminar residuos de la sangre. Una enfermedad irreversible que provoca el deterioro de la capacidad del filtrado de los riñones que da lugar a que el organismo no pueda eliminar por sí solo las sustancias tóxicas.
• Nefropatía diabética: es una complicación renal grave de la diabetes tipo 1 y de la diabetes tipo 2. Afecta a la actividad de los riñones llegando a dañar lentamente el sistema de filtración. Un tratamiento temprano puede prevenir o retrasar el progreso de la enfermedad y reducir las posibilidades de complicaciones. Los síntomas son los siguientes: empeora la presión arterial, aparición de proteínas en la orina, hinchazón de los pies, tobillos, manos u ojos, mayor necesidad de orinar, menos necesidad de insulina o medicamento para la diabetes, difi cultad para concentrarse, pérdida del apetito, náuseas, picazón y fatiga.
• Hipertensión arterial: se trata de una patología que es el desencadenante de los derrames cerebrales, enfermedades cardiovasculares y en ocasiones causa el deterioro de los vasos sanguíneos de los riñones, lo que puede derivar en una insufi ciencia renal. • Glomerulonefritis: es la forma de nefritis en la que las lesiones dañan los glomérulos principalmente. La enfermedad puede ser aguda, subaguda o crónica afectando al fi ltrado de la sangre.
• Poliquistosis renal: una enfermedad congénita y hereditaria que puede provocar la formación de quistes que acaban deteriorando la salud de los riñones hasta derivar en una insufi ciencia.
• Traumatismo renal: se trata de toda lesión leve o grave que afecta al parénquima renal y/o a la vía urinaria de un riñón sano o con alguna patología previa (tumor, cálculo, quistes, intervención quirúrgica…) producida por un impacto directo o indirecto.
Para prevenir las enfermedades renales es importante que los niños realicen sus controles periódicos con el pediatra, consuman agua, eviten la sal en exceso y la comida chatarra; como también, es fundamental que la familia adquiera hábitos alimenticios saludables y rutinas de actividad física para incentivar en el niño una vida saludable.
De igual manera en los adultos la mejor forma de prevenir una enfermedad renal es llevando una vida saludable, considerando que una persona puede perder un 90% de su función renal antes de experimentar algún síntoma.