De acuerdo al Decreto de Urgencia N° 030-2020, la Villa Panamericana fue puesta a disposición de EsSalud bajo la modalidad de afectación en uso y entrega temporal.
La Villa Panamericana es el primer complejo habitacional totalmente accesible, con pasadizos y ascensores más anchos, pisos podotáctiles y señalética en braile. Además de contar con departamentos diseñados para personas con discapacidad.
El área aproximada de la Villa Panamericana es de 20.000 m2, cuenta con siete edificios, de los cuales cuatro torres tienen 20 pisos y tres con 19 pisos, en total comprenden 1096 departamentos.
Por fuera son unos edificios más en la masificada Lima, pero dentro albergan el gran centro de aislamiento de COVID-19 en Perú. Es la villa de los Juegos Panamericanos 2019, transformada en tiempo récord de albergue de deportistas de elite a baluarte contra la pandemia para miles de contagiados. A este enclave, convertido casi de la noche a la mañana en el centro sanitario más grande del país con unas 1.800 camas, llegan cada día para hacer una cuarentena bajo observación médica decenas de portadores del coronavirus SARS-CoV-2, muchos de ellos con factores de salud que pueden costarles la vida.
Sus siete torres de hasta 20 pisos, que contienen más de mil viviendas familiares de tres habitaciones cada una, se han vuelto un lugar inexpugnable, solo reservado para casos de COVID- 19 con riesgos muy específicos.
UN CAMBIO EN SIETE DÍAS
En solo una semana, la Villa Panamericana se convirtió en el estandarte de Perú para ganar al virus una carrera a contrarreloj y evitar que colapsara su sistema sanitario en pocos días. El objetivo es que los pacientes sensibles que llegan aquí venzan al virus y no acaben conectados a uno de los escasos respiradores mecánicos.
Con el apoyo de las Fuerzas Armadas se realizó el traslado y colocación de camas, colchones, sábanas y mesas de noche para implementar las habitaciones.
“Ha sido una gran oportunidad porque nos ha permitido reaccionar rápidamente y triplicar infraestructura, eso no lo hubiésemos podido lograr sin la Villa Panamericana, que nos permite atacar a la enfermedad rapidamente, cuando el paciente recién está comenzando y no cuando ya está grave en una unidad de cuidados intensivos (UCI)”, aseguró la Presidenta Ejecutiva de EsSalud, Fiorella Molinelli, cuyo sistema comenzó la emergencia con 572 camas para pacientes de COVID-19 y ahora tiene más de 5.000.
En total han pasado unos 2.600 pacientes desde que el 30 de marzo abrió sus puertas. De ellos, aproximadamente 1.600 ya recibieron el alta tras una recuperación satisfactoria y muy pocos tuvieron que pasar a cuidados intensivos.
Por cada paciente aislado en este recinto, se ha evitado que se contagien otras cinco personas, lo que arroja un total de 13.000 personas, según los cálculos de EsSalud. Hasta el cierre de la edición, unos mil pacientes en la Villa, que comenzó con dos torres con más de 400 camas, pero pronto dobló su capacidad con dos torres más ante el avance del virus en Perú, que actualmente es el séptimo país en el mundo y el segundo más afectado de Latinoamérica al acumular cerca de 300,000 infectados, de los cuales más de 10,000 han fallecido, hasta el cierre de la edición.
CAPACIDAD HASTA PARA 3.000 PACIENTES
El jefe de Estado y la presidenta de EsSalud recorrieron los ambientes de las dos nuevas torres en la Villa Panamericana, donde implementaron 900 camas adicionales para la atención de pacientes sospechosos y contagiados de coronavirus.
«De ser necesario, se habilitarán las siete torres para llegar a 3.000 camas, eso es más de dos veces la capacidad de cualquier hospital de alta complejidad que hay en Perú, es un modelo bastante completo, cada piso tiene enfermeras las 24 horas del día y eso cambia el punto de vista emocional del paciente, sobre todo si su situación es incierta. Aquí sabes que alguien va a estar atento y a responder rápidamente”, informo la presidenta.
“El gran sueño para mí es que se convierta en un gran centro geriátrico para que los adultos mayores tengan un envejecimiento digno. En Perú hay un gran número que necesita hospitalización por meses y con ello la capacidad hospitalaria se reduce. Son pacientes de larga estancia que hay que atender mientras otros están en cola”, dijo Molinelli.
A cargo de los enfermos hay un equipo de 700 profesionales de la salud entre médicos, enfermeras y técnicos cuyo régimen laboral es de un mes entero dentro de la Villa, ya que las dos primeras semanas atienden a pacientes, otras dos hacen cuarentena ahí mismo y luego tienen una semana restante para visitar a sus familias.
Cada torre cuenta con una estación de enfermería por piso y un área de vigilancia permanente en el 1er piso para casos que necesiten observación. Todas cuentan con historia clínica digital, que permite el registro en tiempo real del estado clínico de los pacientes, así como antecedentes de atenciones en sus centros de origen.
Los nuevos ambientes contarán con alimentación, vigilancia médica permanente, equipamiento, personal capacitado y todas las medidas de bioseguridad para garantizar una atención y tratamiento oportuno.
La atención a pacientes asegurados y no asegurados con Covid-19 son durante las 24 horas del día y los 7 días de la semana. El ingreso de pacientes y personal médico cuenta con el apoyo de los miembros de las Fuerzas Armadas, quienes tienen a su cargo la seguridad de este moderno centro médico.
SALA DE OBSERVACIÓN
También, se contará, además, con una sala de observación para pacientes con problemas no relacionados a COVID-19 (hipertensión, diabetes, problemas digestivos, etc.), sala de observación para pacientes con problemas respiratorios completamente equipada (ventilador mecánico, aspirador de secreciones, monitor y coche de paro).
Asimismo, tendrá un área de apoyo al diagnóstico (radiografía digital, ecografía, electrocardiograma y toma de muestra de laboratorio) y la Unidad de Vigilancia Intensiva, con todo el equipamiento de una unidad de cuidados intensivos para la estabilización del paciente grave y futuro traslado a un hospital.
Todos los pacientes recibirán los servicios de Internet, lavandería, TV con cable, alimentación, limpieza e higiene hospitalaria, seguridad, manejo de residuos que cuentan con protocolos de bioseguridad validados por expertos.
Hace solo unos meses era una villa “fantasma”, sus instalaciones estaban vacías y deshabitadas después de que se marcharan los 10.000 participantes que pasaron por los Juegos Panamericanos, el mayor acontecimiento deportivo de América.
Hoy son instalaciones que salvan vidas de pacientes con Covid 19.