La pandemia es un duro golpe para el país y mundo, que plantea diversos retos para el sistema de salud. Si bien se vienen realizando esfuerzos centrados en enfrentar la Covid-19, existe otro lado a tener en cuenta, la atención de pacientes con enfermedades crónicas y/o complejas, grupo de alta vulnerabilidad.
En Perú, las cifras de cobertura de nuevos tratamientos o terapias para enfermedades complejas como cáncer, enfermedades raras y huérfanas han estado por debajo de países vecinos. Esta situación, se ha venido agravando debido a la crisis sanitaria por la Covid-19, donde la capacidad de respuesta del sistema de salud se ha desbordado. Imposibilitando que pacientes con estas enfermedades reciban una atención médica adecuada durante estos meses.
En lo que respecta a pacientes de enfermedades crónicas, las atenciones ambulatorias se han reducido en 53% de marzo a junio (Minsa, 2020). Con ello, diversos servicios médicos orientados al diagnóstico y tratamiento de estas se han visto afectados, incluyendo la entrega de medicinas, los exámenes de laboratorio, entre otros esenciales. En respuesta a estos desafíos, hemos visto programas con buenos resultados como “Farmacia Vecina” de EsSalud, el cual permite a pacientes crónicos recoger sus medicamentos en farmacias cercanas.
Recientemente APOYO Consultoría presentó un estudio realizado en 2019, sobre la adquisición de medicamentos innovadores en el país. Se mencionó que el tiempo de adopción de estos puede tardar más de una década, luego de su aprobación en países de alta vigilancia. Dado que el estudio se realizó con base en patologías complejas de alta incidencia, señalaron que las demoras listadas se traducen en muertes no evitadas. Por ejemplo, se puede ver una correlación entre la reducción en la tasa de mortalidad de los pacientes diagnosticados con cáncer de mama, de 13% a 7% (2010 al 2016), y el acceso a un tratamiento que tardó 18 años en ingresar al sistema nacional de salud.
Esta es una clara muestra, de la importancia que tiene promover el acceso oportuno a medicamentos innovadores a lo largo del tiempo, especialmente dentro del contexto actual. Esto beneficiará a miles de pacientes de enfermedades crónicas o complejas. Más aún, es una mejora en su salud y calidad de vida que genera impactos positivos en sus familias y centros de trabajo. Desde una perspectiva más amplia, el acceso oportuno a tratamientos permite mejorar la productividad del país. Si bien se han dado importantes pasos, queda aún trabajo por hacer para garantizar el acceso equitativo a innovación.
En abril de este año, INEN publicó un documento técnico sobre las recomendaciones para la prevención, atención y manejo de pacientes con cáncer durante la pandemia. Es de suma importancia que se establezcan protocolos de atención a pacientes con cáncer en tiempos de coronavirus, así como plantear lo mismo para otras enfermedades complejas y crónicas. Ya que estos pacientes pueden estar propensos a infecciones graves.
Tenemos como evidencia experiencias internacionales exitosas para lograr un acceso oportuno a tratamientos con Modelos Innovadores de Acceso (MIAs) que permiten al Estado mantener sostenibilidad financiera, al privado compartir el riesgo y sobre todo a los pacientes acceder a nuevas terapias en un plazo menor. Además, generan beneficios para ciudadanos, IPRESS, gobierno y pagadores.
De esta forma, se estaría reconociendo a la salud como una inversión necesaria para cumplir con un derecho humano. Debemos convertirlo en un pilar estratégico de la acción gubernamental y privada, contribuyendo a incrementar nuestros estándares de productividad y competitividad en el país.
Desde ALAFARPE seguimos comprometidos a trabajar en el desarrollo de propuestas que contribuyan con el bienestar de los pacientes, pues tenemos la seguridad de que el esfuerzo conjunto de público y privado es indispensable para trabajar en favor de los pacientes. Los retos son grandes, pero debemos estar dispuestos a sumar juntos, pues pacientes hemos sido o seremos una, o varias veces y recordemos que para el paciente cada día cuenta.
Ángela Flores
Directora Ejecutiva
ALAFARPE