CLÍNICA PROVIDENCIA
Los infartos de miocardio o también conocidos como infartos cardiacos se deben principalmente a la enfermedad de las arterias que lo irrigan, arterias coronarias, las que al obstruirse de forma aguda completen la nutrición del corazón. Sin embargo; puede existir una entidad clínica similar sin ninguna obstrucción significativa de las coronarias. En los últimos años con la universalización de técnicas invasivas, como el cateterismo cardíaco, hemos comprendido mejor esta forma de presentación, la cardiopatía por estrés o Síndrome de Tako Tsubo.
María, es una adulta joven y aparentemente sana, que, tras el fallecimiento de su esposo, sufre súbitamente un dolor torácico opresivo intenso siendo tratada inmediatamente en la sala de urgencias por un síndrome coronario agudo, un infarto cardiaco. Tras ser sometida a un cateterismo cardiaco para determinar que arteria coronaria fue la culpable, se encuentra que ninguna de ellas tuvo alguna lesión significativa. Entonces ¿qué produjo su infarto? ¿Fue el estrés de la pérdida de su esposo el causante?
El corazón es un órgano compuesto principalmente por músculo que se contrae 24 horas al día, 7 días a la semana, sin descanso y en forma eficiente; para lo cual requiere de un armonioso sistema de irrigación que lo nutre, eléctrico que lo estimula, valvular que los flujos de sangre en cada cavidad y una serie de mecanismos moleculares (neurohumorales) que permiten que todo sea casi perfecto.
No obstante, en algunas ocasiones ante situaciones de estrés intenso, sea emocional intenso (negativo o positivo) o físico (infecciones, cirugías, ejercicio intenso, etc.), las señales del sistema pueden fallar. La cardiopatía por estrés es un ejemplo claro de este problema, en donde se han propuesto múltiples mecanismos fisiopatológicos como el vaso espasmo coronario, disfunción endotelial o toxicidad por catecolaminas (adrenalina).
En conclusión, el problema de María fue desencadenando por un estrés emocional intenso, que puso en riesgo su vida, comparable en gravedad con los infartos de miocardio clásicamente conocidos, por lo que, requiere el manejo intensivo en una unidad especializada.
Tanto en el Perú como en el mundo se ha identificado el perfil de riesgo de este tipo de paciente. Son las mujeres postmenopáusicas con hipertensión arterial, colesterol elevado y diabéticas las de mayor prevalencia, siendo estrés emocional el gatillador más frecuente.
La primera descripción de esta entidad se hizo en 1990 por el Dr. Hikaru Sato, quien reportó una disfunción del ventrículo izquierdo, que adquiría una silueta similar a una antigua vasija japonesa usada para pescar pulpos denominándola síndrome de Takotsubo (tako=pulpo, tsubo=vasija). Durante todo este tiempo se ha identificado esta entidad con diversas denominaciones como disfunción apical transitoria, discinesia apical transitoria, síndrome de balonamiento apical transitorio, síndrome del corazón roto o miocardiopatía por estrés.
Su prevalencia es 0.02% según reportes de Estados Unidos y su mortalidad puede llegar a ser equiparable a la de un infarto cardiaco, siendo en el porcentaje restante de pacientes con falla cardiaca reversible.
En un futuro próximo, estamos seguros tendremos nueva información al respecto que nos ayudará a comprender profundamente la cardiopatía por estrés o Síndrome de Tako Tsubo, para otorgarle mejores opciones a nuestros pacientes.
Dr. Víctor Herrera Tanaka
Cardiólogo
RNE: 018117
Clínica Providencia