Existe una incipiente o pobre cultura de la prevención en salud, afirma la Dra. María Saravia Bartra, directora de la Carrera de Medicina Humana de la USIL. La mayoría de las personas acude al médico cuando ya tiene síntomas o signos de alguna enfermedad. Sin embargo, es claro que debemos generar conciencia de que la prevención es mejor que la curación. Solo para controlar la diabetes, un paciente gasta entre 1,500 y 3,000 soles anuales. Si tenemos en cuenta que existen en el Perú 2 millones de personas con diabetes, calcule usted el enorme gasto que esto representa.

¿Cuáles son las enfermedades más prevalentes en nuestro país?

En el Perú tenemos los dos tipos de enfermedades: agudas y crónicas. Dentro de las agudas, las infecciosas afectan principalmente a los niños, adultos mayores, personas desnutridas o que sufran de alguna enfermedad crónica debilitante. Por eso, la vacunación o la inmunización son muy importantes en la primera infancia, en la niñez y en todas las edades donde se requiera.

Una enfermedad infectoconta­giosa preocupante sigue siendo la tuberculosis, que en nuestro país ha disminuido, pero todavía es prevalen­te y se han incrementado los casos de multiresistencia.

En países como el nuestro también se están incrementando las enfer­medades crónicas no trasmisibles como la hipertensión, la diabetes y la obesidad, que en el tiempo produ­cen consecuencias muy graves en el organismo.

¿Cómo afectan estas enfermeda­des a la sociedad?

Afectan a la sociedad, a la masa laboral y al rendimiento productivo del país, debido al ausentismo laboral y a los elevados costos inherentes al cuidado de la salud de estas personas. Por ejemplo, de acuerdo con un estu­dio de ISPOR, se calcula que un pa­ciente diabético controlado le cuesta al Estado alrededor de S/1,392 al año; mientras que el gasto en un paciente no controlado asciende a S/19,661.

Se estima que alrededor de dos millones de personas padecen este mal en el Perú y, teniendo en cuenta que los precios de medicamentos para diabetes se han incrementado en 2.39% en el último año, los pa­cientes gastan entre S/1,500 a S/3,000 anuales.

¿De qué manera se pueden pre­venir estas enfermedades?

Las tres columnas de una buena salud son la alimentación, la actividad física y el sueño.

Las madres deberían tener con­ciencia de que todos los niños deben recibir lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, porque es una forma muy eficaz de prevenir, por ejemplo, el sobrepeso, enfermedades alérgicas e infecciosas u obesidad futura.

A los niños de primera y segunda infancia hay que inculcarles buenos hábitos alimentarios, que se alimen­ten más de proteínas, de verduras y frutas. Además de generarles hábitos para que realicen actividad física diaria y reduzcan las horas de seden­tarismo por la televisión, teléfonos celulares o juegos por computadoras.

Otro factor importante es el sueño, que es un mecanismo de regeneración celular diario, porque ayuda a la mayor producción de hormonas, nuevas células y mejora el metabolismo.

Los adultos deberían ser alentados a continuar con hábitos saludables en la nutrición, actividad física y el sueño reparador.

¿Cuál es el rol que cumpliría el médico?

La relación del médico con el paciente debe ser horizontal, empá­tica, cálida y veraz, porque el médico informa, educa y previene, con la participación activa y consciente del paciente para que tome buenas decisiones.

El médico —conocedor de su importante rol para mejorar la salud de las personas— debe informar educando, con la verdad, señalando las bondades del tratamiento o las consecuencias adversas del mismo; las consecuencias posteriores a la le­sión o el tratamiento, e indicar de ser necesario la rehabilitación temprana.

El rol del médico, en la dimensión humana con su paciente, no podrá ser sustituido por ninguna máquina ni robot.

Los peruanos tenemos el hábi­to de acudir al médico de manera preventiva?

Generalmente, no. En mi expe­riencia como médico pediatra he comprobado que la mayoría acude a la atención médica cuando ya tiene síntomas o signos de alguna enfer­medad. Son pocas las personas que consideran que el niño, aunque esté sano, debe hacer su control de de­sarrollo para conocer su peso, talla, desarrollo neurológico, etc.

En el caso de los adultos es más preocupante, porque solo acuden cuando sienten dolor o una alteración. Por ello, debemos generar conciencia de que la prevención es mejor que la curación.

¿Cuántas veces al año debemos acudir al médico?

El control de los niños es cada tres meses, en los adolescentes mínimo cada seis meses y en los adultos mí­nimo una vez al año.

¿Cómo podemos crear concien­cia preventiva en la población?

Esa educación debe darse desde el colegio y, también, en las escuelas de Medicina. El alumno que queremos formar en la USIL será un agente de cambio en su grupo familiar y social, yendo a promocionar y educar en sa­lud. Esa es la gran tarea que tenemos a nivel institucional.

¿Por qué estudiar en la USIL?

La carrera de Medicina es apasio­nante y en la USIL la haremos más apasionante, porque no solo nos preo­cuparemos de la formación académica estricta, con buena formación en las competencias clínicas de diagnóstico, curación y tratamiento, sino que les daremos un plus de profesionalismo y destrezas para promocionar la salud, de ser gestores y líderes agentes de cambio e innovadores y hábiles en el uso de la tecnología de punta para generar cambios en la salud pública.

Los egresados de Medicina ten­drán el ADN USIL con el desarrollo de cinco competencias claves: clínica médica, prevención de la enfermedad y salud pública, promoción y educa­ción de la salud, gestión y emprendi­miento en salud, e investigación.

En la USIL tenemos un gran equipo de profesionales, con nuevas estrategias metodológicas, enfocadas en la educación personalizada, que genere un vínculo entre el docente y el alumno. Además de convenios con escuelas de muy buena calidad en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, que permitirán que los alum­nos realicen pasantías para fortalecer su formación.

¿Cómo serán formados los es­tudiantes de Medicina en la USIL?

El ADN del médico USIL será generar conciencia de que la buena salud se logra con un enfoque pre­ventivo, promocional y educativo, a nivel personal y poblacional y con desarrollo de competencias clínicas para realizar excelentes diagnósticos y tratamientos.

El médico USIL debe ser un buen comunicador en salud para que ejerza una buena relación médico paciente, y el paciente tome una buena decisión para el cuidado de su salud o para aceptar determinado tratamiento médico. Además, su profesionalismo debe ser vinculado al humanismo, para que sea cálido, empático, sensible y logre una relación efectiva, adecua­da y humana con los pacientes.

¿Qué tan importante será la enseñanza de la nutrición en la for­mación del médico USIL?

La mayoría de las carreras de Medicina tienen muy pocos créditos de Nutrición y los médicos no nos involucramos en ella. Por ejemplo, conocemos poco la bioquímica de los alimentos, las características organolépticas de los alimentos, que son necesarias conocer para dar una buena indicación de un estilo de vida adecuado en lo referente a la nutrición.

El médico debe conocer todos los aspectos de la nutrición y cómo incide en las diferentes etapas del de­sarrollo de las personas, cómo puede influenciar en aumentar o disminuir ciertos procesos inf lamatorios en las enfermedades, cómo recuperar por medio de la alimentación a los pacientes que sufren de sobrepeso o hipertensión.

En la USIL la formación será mul­tidisciplinaria, porque queremos que el futuro médico esté consciente de lo que significa la nutrición y estilos de vida adecuados y su repercusión en la salud. Por ello, durante la carrera tendremos cursos con docentes de nuestra carrera de Nutrición y exper­tos en Actividad Física y Deportes, para que los alumnos tengan una buena formación interdisciplinaria.

¿Con qué equipamiento conta­rán los alumnos para su formación?

La USIL está invirtiendo en tecno­logía de punta. Por ejemplo, tenemos una mesa de disección virtual con cadáveres digitalizados donde los alumnos podrán hacer sus prácti­cas y observar los órganos desde la superficie hasta el interior, observar láminas histológicas, de resonancia y tomografía. Asimismo, contamos con óculos que permitirán tener realidad virtual en las aulas, logrando que los alumnos se familiaricen con todos los avances tecnológicos, a nivel de las mejores escuelas de Medicina en el mundo.

¿Cómo se complementan la edu­cación tradicional y la virtual?

La tecnología nunca reemplazará al ser humano, a la vivencia con un paciente, con un cadáver o una ma­queta. La tecnología estará al servicio de la formación de los alumnos. En la USIL haremos uso de las técnicas y estrategias tradicionales que siempre han funcionado para la formación de un médico y se complementará con la mejor tecnología.

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