Las vacunas contra el COVID-19 tal vez sean la mejor esperanza que el mundo tiene para terminar con la pandemia, es por ello, que varios laboratorios a nivel mundial se han enfrascado en una carrera por elaborarla y a todos los países del planeta por obtenerla.
Las vacunas contra el COVID-19 tal vez sean la mejor esperanza que el mundo tiene para terminar con la pandemia, es por ello, que varios laboratorios a nivel mundial se han enfrascado en una carrera por elaborarla y a todos los países del planeta por obtenerla.
La mayoría de las vacunas se han utilizado durante decenios, y millones de personas las han recibido cada año con total seguridad. Cada vacuna debe pasar pruebas amplias y rigurosas que garantizan su efectividad (poder de conferir inmunidad) y su seguridad (que no provoque efectos adversos graves).
Son múltiples los benefi cios que se describen con la vacunación contra el COVID:
– Previene el riesgo de contagio.
– Previene el riesgo de enfermar (al menos de su forma grave) o morir debido al COVID-19
– Aumenta el número de personas protegidas en la comunidad— lo que hace que sea más difícil que la enfermedad se propague, y a la vez contribuye a la inmunidad colectiva
– Al disminuir la propagación y la replicación del virus, a éste le es más difícil mutar y volverse más resistente a las vacunas.
Actualmente hay varias vacunas contra el COVID-19 que se vienen estudiando en ensayos clínicos y han tenido diversas plataformas de creación: la de Pfizer/ BioNtech y Moderna usan la técnica de ARNm (ARN mensajero); la de Sptunik V y Aztrazeneca usan un vector viral (virus genéticamente modifi cado), y la de Sinopharm que usa la técnica más antigua de elaboración de vacunas con el uso de virus vivos atenuados. Todas ellas, en resumen, le muestran al sistema inmunitario de nuestro organismo una parte del virus o el virus completo inactivo (para cualquiera de los casos esto no provoca la enfermedad), de tal manera que, se generan propios anticuerpos y se guardan en la memoria inmunológica, y ante cualquier próximo encuentro con el virus, nuestro organismo es capaz de defenderse haciendo uso de los anticuerpos generados.
El Perú ha adquirido un primer lote de vacunas del laboratorio chino Sinopharm. Estas vacunas usan una cepa del SARSCoV-2 inactivada por mecanismos químicos y físicos y usan como adyuvante al aluminio para formar la vacuna líquida. El fabricante ha informado que la vacuna tiene una efi cacia del 79.34% (efi cacia es el porcentaje de personas vacunadas que no hacen la enfermedad y es medido en estudios de investigación en condiciones ideales).
Para explicarlo mejor, los doctores David Spiegelhalter de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, y Anthony Masters de la Sociedad Real Estadística Británica dicen: “Imaginen a 100 personas con COVID. Una efi cacia del 90% signifi ca que, de haber recibido la vacuna, solo 10 hubieran caído enfermas. La efi cacia de la vacuna es la reducción relativa del riesgo: sea cual sea tu riesgo, se reduce en un 90% si te vacunan”. En cualquier caso, como las condiciones sobre el terreno nunca serán las mismas que las recreadas por los investigadores en el laboratorio, es necesario seguir evaluando.
Para muchos investigadores, deberemos seguir monitoreando, también para desarrollar nuevos esquemas en el caso de que la efi cacia se reduzca ante nuevas mutaciones del virus. Por ejemplo, la investigación temprana sugiere que las vacunas de Pfizer-BioNTech y de Moderna contra la COVID-19 pueden dar protección contra las variantes de la COVID-19 identifi cadas en el Reino Unido y en Sudáfrica, pero en enero del 2021 se identifi có la variante P1 en el 42% de las muestras PCR positivas recolectadas entre el 15 y el 23 de diciembre en Manaos (Brasil), ciudad que en ese momento estaba experimentando un aumento en los casos de COVID-19. P1 tiene 10 mutaciones en la proteína de la espiga pico del virus, entre ellas la E484K, por lo que es posible que no pueda ser neutralizada por los anticuerpos producidos por la vacunación. Se tienen muy pocos datos sobre la efi cacia de la vacuna de Sinopharm contra estas nuevas variantes en la que aparentan actividades más débiles. Es por eso que los fabricantes de vacunas deberían estar considerando crear vacunas de refuerzo para mejorar la protección contra sus variantes; al igual como pasa con la vacuna contra la Infl uenza, en la que todos los años tengamos que vacunarnos con vacunas polivalentes que contengan dos o tres variedades del virus que mas estén circulando.
Existen contraindicaciones para la administración de la vacuna contra el COVID 19:
– Hipersensibilidad a cualquier componente de la vacuna
-Antecedentes de reacciones graves a una vacuna.
– Enfermedades agudas graves (infecciosas y no infecciosas) o exacerbación de enfermedades crónicas, que impliquen compromiso del estado general. Por ejemplo enfermedades no controladas de diabetes o hipertensión.
– Embarazo y periodo de lactancia (no se ha estudiado su efi cacia y seguridad durante este período). Por lo que debe ser sopesado el riesgo benefi cio.
– Menores de 18 años de edad (debido a la falta de datos sobre su efi cacia y seguridad en este grupo)
– Son contraindicaciones para la administración de la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19: complicaciones graves post vacunación (shock anafi láctico, reacciones alérgicas generalizadas o graves, síndrome convulsivo, fi ebre superior a 40oC, etc) por la inyección de la primera dosis de la vacuna.
Debe de restringirse la vacunación en personas inmunocomprometidas o con problemas del sistema inmunitario; personas que toman medicación inmunosupresora, corticoides o quimioterápicos de larga duración, o que hayan recibido la transfusión de sangre o plasma de convaleciente o usado anticuerpos monoclonales. Como la reinfección es posible y el COVID-19 puede causar complicaciones graves de salud, se recomienda que las personas que ya hayan tenido COVID-19 se vacunen, pero que aplazcan la vacunación hasta 90 días después del diagnóstico. La reinfección con el virus que causa la COVID-19 es poco común en los primeros 90 días después de la infección.
Por otro lado, para conferir su protección, es necesario dos dosis de vacuna, con el espacio de al menos 21 días entre una y la otra. Sin embargo se desconoce el tiempo de inmunidad que confi ere la vacunación con las dos dosis, por lo que esta en estudio. Las vacunas adquiridas en esta oportunidad vienen en frascos unidosis de 0.5 cc y deben ser administradas por la vía intramuscular en el tercio superior del brazo. Para un almacenamiento seguro, la vacuna solo necesita estar entre los 2oC y 8oC, lo que es una importante ventaja logística para el país, ya que se usaría lo ya implementado para el resto de vacunas del calendario nacional.
Como cualquier vacuna, se tienen efectos secundarios, siendo los reportados:
– Efectos Muy Comunes (>10%): dolor en el lugar donde se aplicó la inyección.
– Efectos Comunes (entre el 1% y 10%): fi ebre temporal, fatiga, dolor de cabeza, diarrea, enrojecimiento, hinchazón, picazón y endurecimiento donde se aplicó la inyección.
– Efectos Raros (<1%): Sarpullido de la piel en el lugar donde se aplicó la inyección; nauseas y vómitos, picazón en el lugar donde no se aplicó la inyección, dolor muscular, artralgias, somnolencia, mareos.
– Efectos serios: no se observaron reacciones serias con relación a esta vacuna (a decir del mismo fabricante). Sin embargo, la anafi laxia (reacción ante la vacuna o cualquiera de sus componentes y que puede comprometer la vida del vacunado) es una posibilidad latente.
Es importante señalar que llevar a cabo la vacunación ordenada a más de 30 millones de peruanos es una tarea muy difícil, sobre todo porque no se cuentan con todas las dosis a la vez y la accidentada geografía nacional no lo permite; por lo que la actual normativa nacional indica que se llevara a cabo por fases:
En la primera fase esta contemplado el personal de salud, de fuerzas armadas y policiales, bomberos, cruz roja, personal de seguridad, serenazgo, personal de limpieza y miembros de las mesas electorales. En la segunda fase están contemplados adultos mayores (de mas de 60 años), personas con comorbilidad, de comunidades nativas o indígenas, personal del INPE y las privadas de libertad. Y la tercera y última fase las personas de 18 a 59 años.
Finalmente es muy importante decir que como aún se desconoce cuanto dura la inmunidad conferida por la vacuna y como será su comportamiento con las nuevas mutaciones de los virus, las demás medidas de bioseguridad deben seguir cumpliéndose tales como: el lavado de las manos, el uso correcto de la mascarilla, el distanciamiento y la limpieza y ventilación de los ambientes y superficies.
Lic. Harrison Sandoval Castillo
Analista de Epidemiología y Bioseguridad de la Clínica Ricardo Palma