La Osteoporosis, enfermedad ósea metabólica —aunque algunos autores plantean recientemente su origen inflamatorio—, se caracteriza por la disminución de la masa ósea: su deterioro en arquitectura disminuye la resistencia del hueso a fuerzas externas, debilitándolo en el proceso y ocasionando una fragilidad y riesgo de fractura.

Mucho se ha dicho sobre “la epidemia silenciosa”, pero las cifras hablan por sí solas: en nuestro país, se estima que alrededor de 2 millones de mujeres mayores de 45 años cuentan con osteoporosis y 4 millones con baja masa ósea (de acuerdo a cifras aproximadas del censo 2017). Así, uno no toma tan en cuenta lo de epidemia hasta que nos toca la puerta de la casa con un familiar o amigo que se fractura la cadera o las vértebras por una osteoporosis sin diagnóstico y/o sin tratamiento. Por ello, es necesario tomar en cuenta las siguientes preguntas.

¿Es realmente la osteoporosis una enfermedad seria?

La prevalencia de osteoporosis incrementa en la medida que nuestro promedio de edad se va alargando y son cada vez más frecuentes las complicaciones de la enfermedad. Las áreas más afectadas frecuentemente son la cadera, las vértebras y el antebrazo. La enfermedad causa dolor permanente, disminución de peso y limitación de la movilidad. Algunos pacientes nunca llegan a recuperar su capacidad funcional y requieren de cuidado prolongado, en algunos casos, permanente.

¿Cuáles son sus causas o factores de riesgo?

Las causas como tal no se definen, pero si sus factores de riesgo, siendo el más importante la deprivación hormonal y disminución estrogénica en la osteoporosis de la mujer, y la de testosterona en la osteoporosis del varón.

Otros factores igual de importantes a tener en cuenta:

Enfermedades relacionadas:

– Autoinmunes: Artritis, lupus.

– Sistema digestivo: Enfermedad celiaca, cirugía para adelgazamiento, enfermedad inflamatoria intestinal, gastrectomía y by-pass intestinal.

– Cáncer: Mama, próstata, desordenes hematológicos (leucemia linfoma mieloma) y neurológicos (Parkinson, dvc).

– Desórdenes Mentales: Depresión.

– Endocrinológicos: Diabetes, hipertiroidismo, hiperparatiroidismo, menopausia prematura, otras condiciones como: Enfermedad renal crónica, HIV, hepática cirrosis, malnutrición, escoliosis y pérdida de peso.

– Medicamentos: Antiácidos, anticonvulsivantes, inhibidores de la aromatasa, quimioterápicos, hormona de crecimiento, heparina, litio, anticonceptivos medroxiprogesterona, metotrexato, inhibidores de la bomba de protones, inhibidor selectivo de la serotonina, corticoides, hormona tiroidea.

¿Cuáles son los síntomas o indicadores de alarma?

No presenta síntomas hasta que se produce la fractura: la de vértebras es la más frecuente. El dolor de espalda, la disminución de talla o el encorvamiento dorsal son también signos de alarma.

¿Cómo se realiza el diagnostico?

El diagnóstico es sumamente importante y mientras más temprano se realiza, es mejor, pues se puede prevenir las fracturas. Se establece por tres parámetros:

  1. Examen clínico: Incluye la historia clínica, el examen físico, algunos exámenes de laboratorio para establecer los factores de riesgo. Además, debe incluir el examen de fuerza muscular por cinturas.
  2. Examen de densitometría ósea: Examen dexa central. Es el óptimo para cuantificar la masa ósea y determinar mediante los índices T y Z comparaciones con población sana de sus mismas características, el riesgo que se tiene de fragilidad y fractura.
  3. Examen de valoración de riesgo de fractura FRAX®: Es una herramienta que define la chance que tiene una persona de fracturase un hueso en los próximos 10 años. FRAX puede ayudar a identificar a las personas que están en un riesgo alto de fractura, así como de la población que puede beneficiarse de recibir medicinas para osteoporosis (utilidad mayor en los pacientes con osteopenia).

¿Quiénes deben recibir tratamiento?

Las personas con densitometría normal no necesitan tratamiento. Algunas personas con densitometría en rangos de baja masa ósea u osteopenia, deben considerar tratamiento cuando tienen factores de riesgo importantes asociados. Finalmente, todos los pacientes con estos rangos de osteoporosis deben recibir tratamiento.

Prevención de Osteoporosis

Prevenir caídas: Cada año un tercio de las personas mayores de 65 años se caen, muchas de esas caídas terminan en fracturas. Las causas más comunes de caídas son por riesgos dentro de casa, fuera de ella y cierto estilo de vida sedentario, incrementa la chance de caída. Se tiene que tomar la siguiente prevención: Evaluación oftalmológica anual imprescindible, el uso de zapatos adecuados y caminar sobre superficies no deslizantes siempre con el apoyo pertinente. Si se tiene osteoporosis, es necesario el uso de protectores de cadera, determinar las zonas de riesgo en casa que es donde se dan mayormente las caídas (baño, cocina, escaleras, dormitorio). Estos ambientes deben tener adecuada iluminación y zonas de apoyo.

Dra. Janet Tapia Colonna
Médico Reumatólogo – Clínica Stella Maris
Presidente Sociedad de Reumatología

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