En nuestro país, casi el 10% de los niños y niñas menores de cinco años presentan sobrepeso y obesidad y va en incremento conforme avanza la edad. Un niño obeso tiene 60% de probabilidad de mantenerla a los 35 años de edad, así como incrementa el desarrollo de diversas enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión arterial, dislipidemias, enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer.
La implicancia de la obesidad en los niños se refleja en la baja actividad por enfermedad, baja calidad de vida, depresión, muerte prematura entre otros; por ello la preocupación de nosotros, los padres en la búsqueda de una alimentación saludable que mantenga el estado nutricional adecuado.
Todos los alimentos nos brindan calorías suficientes para nuestro organismo funcione de manera adecuada y nos permita desarrollar las actividades programadas. Si nuestros niños comen solo lo que necesitan, nunca engordaran.
Dar pecho de manera exclusiva hasta los seis meses, la misma que se puede prolongar hasta los dos años de edad brinda protección tanto a la madre como al bebé. La leche materna tiene anticuerpos que ayudan a evitar que su bebé se enferme y tenga menos alergias, infecciones al oído, gases, diarreas, estreñimiento, infecciones estomacales o intestinales, enfermedades respiratorias como la neumonía y la bronquiolitits; además de disminuir el riesgo de padecer diabetes, obesidad y caries en los dientes.
A los seis meses consumimos los primeros alimentos, nuestro paladar se acostumbra a los sabores y creamos los hábitos alimentarios y es, en la infancia es donde se consolidan. Es una oportunidad para adaptar a los niños al moderado consumo de sal y azúcar en sus preparaciones.
Incluya alimentos de origen animal, tus hijos crecerán hasta los 18 a 22 años y requieren proteínas, nutriente que se encuentren a en los alimentos de origen animal (carnes, lácteos y huevos), pero este no es el único nutriente que contiene estos alimentos, la grasa es importante para el desarrollo del cerebro en el caso de los lácteos (queso, yogurt, mantequilla) proporcionan también carbohidratos.
Elige carnes de bajo contenido graso, de preferencia blancas como pescado, pollo, pavita. Si consumes carnes rojas trata de que sea pulpa sin grasa. Se recomienda prepáralas al horno, a la plancha o al vapor, y en lo posible evitar las frituras.
Los aceites deben consumirse al natural, sin ser calentados, las altas temperaturas los convierte en grasas saturadas no solo engordarás a tus hijos sino incrementarás el riesgo que desarrolle enfermedades crónicas como la diabetes y enfermedad del corazón.
Deben comer frutas y verduras, estos alimentos contienen vitaminas y minerales que nos protegen de contraer enfermedades, consumir dos platos de verduras y tres frutas al día es suficiente.
Los granos y tubérculos contienen como nutrientes principales a los carbohidratos, el exceso de estos se transforma en grasa y contribuye a la obesidad, con estos alimentos es importante tener en cuenta las raciones que consumes y sus equivalencias, una ración de arroz equivale a una papa mediana, a una unidad de pan francés y una cucharada de cereal de desayuno.
Finalmente para el consumo de líquidos se sugiere darle sabor al agua con sabor a frutas o infusiones (piña, melocotón, anís, manzanilla).
Por: Mg. Saby Mauricio Alza
– Decana Nacional del Colegio de Nutricionistas del Perú.
– Vice Presidenta del Consejo de Decanos de los Colegios Profesionales del Perú.
– Presidenta de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Nutricionistas y Dietistas CONFELANYD.