La Dra. Pilar Mazzeti, actual Ministra de Salud, nació en la Maternidad de Lima, el 9 de setiembre de 1956, pero creció en sus primeros años en el interior del país: en Pacasmayo, San Jacinto (una hacienda cerca de Chimbote). Sus padres eran de Lima, uno de sus abuelos fue italiano y el otro español; y sus abuelas peruanas.

La Ministra hizo sus primeros estudios escolares en Pacasmayo, hasta tercero de primaria, y luego en el Colegio Holy Trinity de Surco. Estudió Medicina en la universidad de San Marcos. La carrera, de siete años, la hizo en nueve años, tres meses y 14 días. Entre clase y clase, cuando había huelgas y ella tenía 19 años, se escapaba al que entonces era el hospital Santo Toribio y que actualmente es el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, donde llegó a ser Directora General.

Originalmente la Dra. quería ser bióloga molecular, porque siempre le ha intrigado dónde comienza el principio de vida. Pero al llegar al segundo año, conoció la neuroanatomía y empezaron sus visitas al instituto. “Y el amor sucede por esa especialidad, quedé fulminada”, revela emocionada. Le atrajo lo fascinante de encontrar la explicación de cómo funcionamos. Lo fascinante de hallar cómo la vida puede expresarse a través de un cerebro.

“Siempre he sido un ser mutante”, “soy de ideas un poco fijas y estructuradas”, “realmente disfruto con las cosas que hago”, “soy obsesivo compulsiva”. Nos dice de sí misma la doctora Pilar.

“Llegue al Instituto que está ubicada el jirón Áncash 1721, en Barrios Altos. Ese Lugar era prácticamente el refugio de los Incurables. Primero íbamos al fascinante Museo del Cerebro. El cerebro es el vínculo entre cuerpo y espíritu. Es el vínculo entre nosotros y el exterior”, enfatiza la ministra.

“Cuando laboraba en el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas teníamos el único servicio en el país que trabaja con familias afectadas por enfermedades hereditarias del sistema nervioso. Me fascina descubrir que el cerebro es tan ordenado, que permite encontrar muchas explicaciones y plantear cada vez más preguntas”, comenta la Dra.

La Dra. Mazzetti se graduó como médico en 1986 y en 1990 se graduó como neuróloga en la misma universidad.

Luego estudio una maestría de Genética en la Cayetano Heredia. Para lograr su especialización, viajó a Europa y estudió en la Universidad de París, entre los años 1991 y 1993; asimismo realizó sus internados de Neurología en el Hospital de la Pitié-Salpêtrièr de la misma ciudad.

Seguidamente, estudió maestrías en Educación, otra en Gerencia Pública en ESAN y en la Universidad César Vallejo. Del mismo modo, cursó un diplomado en Alta Gerencia Hospitalaria, en el Instituto Peruano de Administración Empresarial (IPAE) y un diplomado en Gerencia de Servicios de la Salud, en la Escuela de Administración de Negocios (ESAN).

Trayectoria Profesional

En 1987 ingresó al Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas como Médico Residente hasta 1990.

Fue Investigadora en el equipo del neurólogo Yves Agid en el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia, en la sede de París.

De 1991 a 1993 trabajó como médico en el Hospital de la Pitié-Salpêtrière.

De 1996 a 2000 fue Directora Ejecutiva del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas y de 2001 a 2003 fue Directora General.

En el año 2004 fue elegida Decana del Consejo Regional III del Colegio Médico del Perú, cargo que dejó para juramentar como Ministra de Salud en febrero del mismo año.

Desde abril de 2014 es Directora del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas. Es miembro de la Sociedad Peruana de Neurología, en la cual se ha desempeñado como Presidenta.

En lo que respecta a la labor académica, se ha desempeñado como docente en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

CARGOS PÚBLICOS

Ministra de Salud 2004 – 2006
El 16 de febrero de 2004 fue designada Ministra de Salud por el presidente Alejandro Toledo. Dentro de su gestión afrontó diversas manifestaciones, causadas por los graves problemas que afrontaba el sector salud. Entre sus principales obras se destaca la construcción de más centros de atención médica, así como la reducción de mortalidad infantil. Asimismo, logró que el Perú sea uno de los primeros países latinoamericanos en tener un Plan Nacional para la Seguridad del Paciente. Promovió la educación intercultural para contribuir en la reducción de la mortalidad materna.

A finales del 2005, Pilar Mazzetti encabezó la reunión de Ministros de Salud de la Comunidad Andina, en donde se discutió el problema de la gripe aviar y su posible llegada a América del Sur. Mazzetti fue designada por esta Junta y por otros Ministerios de la región, como la representante ante la Unión Europea de toda Sudamérica.

Mazzetti permaneció en el cargo de Ministra de Salud hasta julio de 2006, cuando terminó el gobierno de Alejandro Toledo.

Ministra del Interior (2006-2007)

El 28 de julio de 2006, Pilar Mazzetti juramentó como Ministra del Interior; de este modo se convirtió en la primera mujer en asumir ese cargo en la historia peruana. Frente a los miembros de la Policía Nacional del Perú, la ministra les prometió que velaría por el bienestar de la familia policial, así como de su rápida modernización.

Mazzetti es una de las pocas personas que han permanecido en el cargo de Ministro de Estado de manera consecutiva en dos gobiernos seguidos.

Directora del Comando de Operaciones COVID-19 (2020)

En 2020, durante el contexto de la pandemia por COVID-19 en Perú, fue nombrada por el presidente Martín Vizcarra como directora del Comando de Operaciones COVID-19.

Ministra de Salud (2020 hasta la actualidad)

Finalmente, el 15 de julio de 2020, fue designada Ministra de Salud por el Presidente Martín Vizcarra, cargo que asume en el contexto de la pandemia del covid-19, que está azotando a nuestro país, hasta la fecha.

Premios y reconocimientos

• Orden Hipólito Unanue
• Medalla y Diploma de Honor al Mérito – Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

A continuación, nos comparte algunas anécdotas de su vida:

¿Coméntenos como era de niña, tengo entendido que le fascinaba la naturaleza?

Mi padre era ingeniero mecánico y mi abuelo trabajaba los metales. Yo me he criado en el campo, en Pacasmayo. Ahí uno crece libre como el viento. Yo tenía mi lata con gusanos, me gustaba juntar plantitas para alimentar a la oruga y ver cómo se transformaba en mariposa. Me iba por el río, trepaba por el cerro y con mi helado derritiéndose observaba todo el valle. Generalmente sola.

Mi madre era periodista. Me enseñó el gusto por los libros. Aunque mi padre falleció muy joven, cuando tenía 32 años y yo tenía 9. A raíz de eso, nos vinimos a Lima, donde ya no podía hacer fogatas y tenía que montar bicicleta por la vereda. En el norte montábamos la bicicleta a campo abierto, nos metíamos a los cañaverales. Iba a comprar el pan en bici, cruzando el río, era muy feliz rodeado de naturaleza pura.

¿Qué imaginaba que iba a ser de grande, cuál fue su sueño?

Uno de mis grandes sueños era estudiar la Antártida. Refleja tanto de las épocas anteriores de la evolución de la tierra. Me encantaba saber sobre lo que veía. Entonces, decía: tengo que aprender glaciología, luego lo fluvial, geología, cómo se habían formado los andes. Saber el porqué de las cosas. A los 11 años, hice una lista de lo que podía estudiar.

¿Podríamos saber que había en esa lista?

Once especialidades, aunque les parezca risible. Pero me fascinaba conocer cómo funcionan las cosas. Mientras tanto, mi madre nos inculcaba leer y leer. Simone de Beauvoir ha nutrido mi adolescencia. Es la imagen que he tenido para formarme como mujer. Somos solo dos hermanas, pero nunca nos hemos percatado de que éramos mujeres. Solo éramos.

Ante tantos feminicidios que ocurren en nuestro país ¿cree usted que hay que empoderar a la mujer?

Vivimos en una sociedad disfuncional. Necesitamos líderes sociales que nos guíen, que encaucen la frustración, que nos ayuden a canalizar la violencia, que nos ayuden a querernos y ayudarnos.

Creo que, si hay que empoderar a la mujer para que no sea agredida, pero también hay que empoderar al hombre para que conduzca sus furias. Todos tenemos que ser encauzados. Empoderar no es solo dar poder sino tener control. Y eso que no estamos hablando del maltrato social. Ahora se consideran normales los favores y las llamadas. Alguien dijo que los problemas del Poder Judicial no eran delitos sino problemas éticos, como si fuera algo menor.

¿La corrupción tiene relación con algún trastorno mental?

Tiene mucho que ver con nuestro lóbulo prefrontal, que tiene la función ejecutiva. Está en la parte de adelante del cerebro. Nos permite analizar la realidad, medir los riesgos y programar qué vamos a hacer para salir adelante. El lóbulo prefrontal nos permite inhibirnos de una satisfacción inmediata con miras a una satisfacción mayor. En el caso de los corruptos, se forman circuitos en el cerebro que facilitan ciertas acciones. Si usted todo el tiempo recibe coimas, los circuitos del cerebro que lo gratifi can se activan. Usted se acostumbra a recibir coimas. Mientras más repetimos algo, más fácil es hacerlo y hay mucho fenómeno de recompensa. Cambiar eso es complicado.

¿Qué debemos hacer para ser mejores ciudadanos, la educación es la clave?

Uno educa a una madre y está educando a toda una generación. Uno educa a un profesor y está educando a varias generaciones. La educación es más importante que todo. Somos un país en busca de una identidad, pero tenemos la gran suerte de ser multiculturales. En genética, las especies que son puras son más débiles que las especies que están mestizadas. En genética, los híbridos son mucho más resistentes.

Es lo que sucede en Latinoamérica. Los latinos tenemos una alegría de vivir muy interesante. Tenemos mucha capacidad de salir adelante, construir y buscar el lado bueno. Es un valor muy grande en Latinoamérica y es lo que más se le puede dar al resto del mundo.

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