Nuestros hijos regresaron al colegio y nos tenemos que organizar, como padres responsables buscando alternativas para brindarles una lonchera saludable. Es importante reconocer que la alimentación de un niño difiere a medida que crecemos, año tras año; todo cambia y eso incluye los requerimientos nutricionales y de ello depende para garantizar un buen desempeño físico e intelectual.

Los hábitos alimentarios se consolidan en la etapa escolar, pero se originaron en el hogar. No menos importante es la capacidad gástrica, es decir el volumen de alimentos y comidas que el niño puede tolerar en su barriguita. La lonchera debe cubrir una parte de la alimentación diaria y los alimentos contenidos deben ser frescos, en porciones adecuadas para la edad del escolar y agradables a la vista y al paladar.

La lonchera escolar que es consumida a media mañana en el colegio debe cubrir el 15% de la cantidad de calorías totales que necesita el niño para desarrollar sus actividades.
Recuerde que la lonchera NO es una comida principal, es un complemento durante el día, que ayuda a tu niño (a) a recuperarse de las horas de estudio durante su permanencia en el colegio. Una lonchera saludable tiene los siguientes alimentos:

  • Un componente constructor, son alimentos proteicos, ayudan en el crecimiento y desarrollo del niño (a); podrían ser bebidas (leche o  yogurt) o en el sándwich (queso, pollo).
  • Un componente energético, son alimentos ricos en carbohidratos y grasas, tienen la función de brindar energía; su consumo permite al niño(a) realizar sus actividades del día,se incluyen aquí el cereal para el desayuno (quinua pop, kiwicha), fruta oleaginosa (pecanas, almendras) o el pan que forma el sándwich.
  • Un componente protector, cumplen la función reguladora y protectora del sistema inmune, se refiere a los alimentos ricos en vitaminas y minerales, aquí se encuentran las frutas de estación y verduras.
  •  Un componente hídrico, es necesario la inclusión del agua como bebida (refresco de frutas) o agua natural.

 

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