Recientemente tuve el honor de participar como expositor en el Foro Nacional: Hacia un consenso sostenible en salud para el 2021, organizado por ESAN. Este fue un espacio para compartir las políticas de salud necesarias para el próximo quinquenio.
En primer lugar, existen herramientas de gestión y de gerencia, marketing,costos, etc. que no se están aplicando ampliamente en el sector porque no hay una formación integral adecuada, tanto del personal de salud, sean médicos o enfermeras, como de los Administrativos en las instituciones de salud. Ciertamente, dichas herramientas deben ser, por las características propias del sector, supervisadas y adaptadas. No es exactamente lo mismo pero hay principios que sí se pueden aplicar. Al respecto, podemos considerar dos ejemplos muy claros.
Uno es el tema de la solución a los “cuellos de botella”, entendiendo el servicio de salud como un proceso continuo e integrado. A una buena atención del médico debe sumarse la oportuna entrega las medicinas, por ejemplo. De lo contrario, si las medicinas no son entregadas a tiempo,el paciente saldrá insatisfecho.
Otro tema es el sistema de costos. En el sector salud la mayoría ignora cuánto cuesta brindar un servicio. Saben las tarifas,pero no saben los costos. Tampoco saben cuánto están ganando pese a que ahora existen herramientas para medir los costos en salud. Por ejemplo, se puede saber el costo de atender a un paciente con neumonía adulto o pediátrico, desde que ingresa a una clínica y hasta que sale con las indicaciones necesarias para que se recupere.
También es importante señalar el tema de la productividad que está vinculado a tener indicadores para todo. Está bien tener indicadores de mortalidad, de prevalencia,etc., pero es imprescindible contar con indicadores de eficiencia, de costobeneficio,calidad, entre otros aspectos. El término calidad no sólo implica tener a un buen médico o una buena enfermera, sino todo el proceso de servicio.
El tema de la eficiencia también es fundamental. Los recursos estatales han aumentado en volumen de dinero pero
no se aprovechan. Existe la sensación de que siempre faltan recursos. Es más, el presupuesto del próximo año se reduciráporque en el 2015 no se han aprovechado todos los recursos disponibles en salud.
Siendo este sector primordial en cualquier país, es inconcebible que no se aprovecharan todos los recursos que le fueron asignados. Y aquí entra el tema de los indicadores. No podemos mejorar algo si no lo hemos medido antes. Es preciso desarrollar herramientas de medición para saberlo. Debemos aterrizar todo ello para que las políticas de salud tengan un efecto real en la población.
Otro punto es que todo lo que hagamos es a través de personas, no a través de máquinas. Utilizamos equipos pero el servicio de salud es brindado por personas para personas. En consecuencia, los instrumentos son los trabajadores de salud, tanto médicos como administrativos.Hay varios temas en gestión de personal que se deben desarrollar. Sin embargo, cuando se habla de mejoras en salud se mencionan equipos médicos: tomógrafos, laboratorios de última generación, etc. No se resaltan logros en gestión de recursos humanos, un campo en el que aún falta bastante por hacer.
Esto es importante porque siempre se pueden hacer mejor las cosas, incluso con el mismo personal y con los mismos recursos económicos. Eso es algo que siempre les digo a mis alumnos: Siempre se puede mejorar. Y miente aquél que diga que no se puede, que necesita más personal, que requiere el nuevo software, etc. Siempre se puede mejorar la calidad, el rendimiento del uso dinero, la productividad, etc. Sí se puede hacer.
El debate acerca de lo que debe hacerse en el sector salud no está cerrado. Todo lo contrario: la discusión sigue abierta y es importante continuar aportando para mejorar un sector en el que hay avances -especialmente en el sector privado- pero en el que todavía hay mucho por hacer.
Tres herramientas clave para mejorar la calidad en el sector salud Mencionaremos tres de ellas: la integración del cliente, el uso de las tecnologías de la información y comunicación, y la cadena de valor en el sector salud. Uno de los temas tratados en el Foro Nacional: Fue la calidad de la atención del paciente. Y como punto de partida nos preguntamos:
¿Qué entienden los pacientes por un buen servicio de salud? ,¿Entienden por buen servicio ser atendidos por buenos médicos? ¿Entienden que la atención debe ser rápida?
Por ejemplo, para el personal de salud una buena atención significa contar con los mejores médicos y con el mejor equipo de enfermeros. Pero para el paciente significa que no lo hagan esperar, que lo atiendan pronto. Con esto no se quiere decir que a los pacientes no les interesa ser atendidos por buenos médicos, solo que ello no está dentro de su percepción de calidad de atención.
Otro tema interesante es que se está entendiendo el valor del personal de salud. Sabemos que faltan especialistas y que necesitan capacitarse. Una neuróloga mencionó la oportunidad de desarrollar telemedicina con sus colegas de Puno, no solamente para apoyar en el diagnóstico de pacientes, sino también en la capacitación de los médicos. Se puede desarrollar la capacitación a distancia, y para ello existen las herramientas de las tecnologías de la información y comunicación.
La telemedicina es una herramienta muy poco aprovechada. Por ejemplo, para atender a un paciente que llega con un ataque epiléptico, que requiere una medicación determinada, se podría recibir un entrenamiento en tiempo real, consultándole a un neurólogo que esté de guardia. Y eso no desmerece al profesional que hace la consulta. Es parte de su proceso de formación.
Un aspecto fundamental en ese sentido es la comunicación con la parte administrativa. Esta debe apoyar para que el buen médico pueda dar un buen servicio.
Al respecto comenté un ejemplo:
Un médico en una emergencia recibe a un joven accidentado con un traumatismo encéfalo craneano. Se hace necesario el ingreso del paciente a sala de cirugía. El cirujano indica que se le haga una tomografía. Pero el tomógrafo está malogrado y el personal que atiende al paciente recién se entera que el equipo está así desde hace varios días. El paciente pierde la vida.
Este caso nos lleva a una reflexión: no debe faltar una pieza clave. Todo eso se debe planificar. Es como que una planta industrial tenga que dejar de producir porque falta una pieza que llegará en un mes. No debe suceder. Me resisto a aceptar que suceda en el sector salud.
Esto nos lleva a un tercer tema: la cadena de valor en salud. Por ejemplo, muchas clínicas no integran a sus proveedores,lo cual es fundamental para su quehacer. Y debieran hacerlo, tanto para adelante como para atrás.Ciertamente existen muchas otras herramientas, pero quería enfocarme en estas tres para mostrar la viabilidad de introducir mejoras significativas en las instituciones el sector salud.
Guillermo Alva Burga
MBA de ESAN. Mención en Finanzas.
Postgrado de Gerencia en Servicios de Salud de ESAN.