El inicio de la década de los 20, en camino al bicentenario de la República y al cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (2030) nos abre una serie de interrogantes y oportunidades a todos los interesados en el desarrollo de la salud- pasar de bajos niveles hacia superiores estados de salud de la población- de todos los peruanos.
En un contexto nacional y global de cambios en el corto y largo plazo, la salud (health) y la atención a la salud (healthcare) están implícita o explícitamente en la agenda de los gobiernos y de la gobernabilidad global de la salud. En nuestro país, tenemos un nuevo congreso de la república y el próximo año elecciones generales para elegir un nuevo gobierno (2021-2025) Bajo este panorama de cambios, es legítima la preocupación de los diferentes stakeholders, y conocer que se va hacer desde el MINSA y desde las políticas públicas del gobierno central.
Una de las preguntas relevantes que se plantea es, ¿Está el sector privado de salud interesado en participar en la agenda del gobierno actual y en elaboración de la agenda de salud del gobierno entrante? Todos los sistemas de salud de los países desarrollados y en vías de desarrollo tienen un sector privado, de menor o mayor escala de acuerdo a la historia, cultura y valores propios de cada país.
El sector privado en sentido restringido tiene que ver con los seguros, las organizaciones de entrega de servicios de salud, las “Health Manteinance Organizations” (HMO) u organizaciones privadas que reciben fondos públicos (Mediaid y Madicare de los Estados Unidos y Medicare de Canadá). En un sentido amplio, el sistema de salud se extiende a los diferentes tipos de la industria farmacéutica, la industria de equipos y dispositivos médicos, la industria de nanotecnología y de tecnología de información. A este segundo grupo se lo conocía como el “complejo médico-industrial” y en los últimos años, como componentes claves de los complejos “ecosistema de salud”.
El concepto de ecosistema de salud es más amplio que el sistema nacional de salud, y comprende a las organizaciones del “complejo médico-industrial”. Estas organizaciones, bajo el mandato del gobierno corporativo de responsabilidad social, vienen participando en la agenda de gobernabilidad global de salud y en eventos anuales como el Foro Económico Mundial de Davos, que este año cumplió su 50avo aniversario.
En el Perú el mercado del “complejo médico industrial” es pequeño, pero viene aumentando su alcance en la medida en que la clase media se mantenga y aumente con el crecimiento económico. De otro lado, al viabilizarce la Alianza del Pacifico- Chile, Colombia, México y Perú- puede crecer más el mercado de la atención a la salud, pero también aumentara la competencia entre las organizaciones privadas. De acuerdo a lo observado en nuestro medio, el sector privado de salud está más concentrado en el corto plazo y en la rentabilidad financiera que es legítima, pero no es suficiente. El futuro del desarrollo del sector privado lo podemos ver con las tendencias de sus pares en los países desarrollados. Todos enfrentan la inflación de los costos, las mayores exigencias de ciudadanos mejor informados, el envejecimiento de la sociedad y la alta carga de enfermedades crónicas y sus co-morbilidades. La respuesta a estos desafíos descansa en la innovación organizativa y en darle valor a todas sus operaciones para entregar servicios personalizados, garantizándoles la continuidad de la atención e, integrando los niveles de atención y el trabajo entre los médicos generalistas con los especialistas.
En un mundo hiperconectado, más complejo, más interdependiente y crecientemente integrado, se requiere de una colaboración sin precedentes para resolver nuestros problemas de salud y de atención a la salud. Desde esta perspectiva, nuestro futuro individual depende más que nunca en nuestro futuro colectivo y de nuestra capacidad de trabajar juntos para profundizar nuestro entendimiento de las causas de la mala-salud, las amenazas de la salud pública y, el fortalecimiento de nuestro sistema nacional de salud.
El interés común como país y como sector salud es, colaborar con las prioridades de salud del MINSA- en la prevención y control de la alta carga de enfermedades crónicas- e infecciosas y, al mismo tiempo compitiendo, entre los sectores públicos- MINSA, EsSalud – e híbridos- Entidades Prestadoras de Salud y SiSol- y entre los privados entre sí. De un lado, colaborando en la asociación pública-privada y el intercambio prestacional y, de otro lado, en la competencia entre los públicos y privados. El camino esta trazado, de lo que se trata es de actuar, mejorar y progresar en beneficio de la salud de los peruanos.
Dr. Arturo Iglesias Bedoya
Médico Pediatra
Investigador en políticas y sistemas de salud.
Con énfasis en gobernanza corporativa y clínica.