Es el Día de la Madre y en esta fecha se rinde homenaje a millones de mujeres en el mundo por el valioso don de dar vida. Sin embargo, el rol de toda mujer no termina ahí, pues cada vez es más creciente la cifra de mujeres que deben compartir su rol de madre con el ejercicio de su carrera profesional, como la Dra. Grace Escobedo, que decidió convertirse en médico a raíz de una promesa hecha a su abuela convaleciente cuando apenas tenía 15 años y quien falleciera un año después de ser diagnosticada con cáncer gástrico. Ver todos los cuidados y la dedicación con la que el médico atendía a su abuela, fueron forjando su gusto por esta noble y sacrificada labor, llegando a cumplir su promesa años más tarde.
Fue así, que se graduó de médico y, posteriormente, hizo una maestría y diplomado en auditoria médica y gestión de la calidad. Su primer trabajo fue como jefa de hospitalización en una pequeña clínica local. Gracias a su sobresaliente labor, los años le hicieron ganar mayor experiencia, llegando a ser actualmente Sub Gerente de Salud de la Clínica Ricardo Palma, institución galardonada recientemente como Mejor Clínica del Perú y reacreditada por la Joint Commission International, máxima distinción que una entidad de salud puede obtener a nivel mundial. Estos logros representaron largas y exigentes jornadas de trabajo para la doctora Escobedo, una de sus principales gestoras, y son la mejor prueba de que las madres profesionales son capaces de balancear ambos roles, alcanzando diversos logros y resaltando dentro del ámbito laboral.
Su función actual en la Clínica Ricardo Palma es ser el soporte de sus colegas, ayudándolos a que el proceso de atención fl uya cumpliendo las normas de salud. Además, coordina con el personal de enfermería, hotelería, mantenimiento, equipo biomédico, logística, limpieza, nutrición, seguridad y la parte administrativa. Todo un gran equipo dedicado a cada uno de sus pacientes, a su recuperación y a brindar la mejor atención.
Ser madre y profesional, teniendo que dedicar tiempo sufi ciente al trabajo y a su familia no es tarea fácil, y la Dra. Escobedo lo sabe. Es madre de 3 hijos, la mayor de 17 años, un varón de 6 años y la última, una niña de 2 años. “Mi día comienza a las 5:00 a.m., hora en la que me levanto para poder alistar todas las cosas del día: preparar el desayuno, la lonchera, despertarlos para que vayan al colegio y a la universidad. Desayunamos, llevo a Santiago al colegio y voy al trabajo. Salgo del trabajo y voy a casa, los días que mi hija tiene clases presenciales en la universidad voy a recogerla y vamos juntas a casa. Hacemos las tareas con Santiago, cenamos, jugamos, los baño y los acuesto a dormir; todo ello mientras contesto llamadas de trabajo, porque es una labor 24 x 7”, comenta.
El mayor reto, sin lugar a dudas, es poder organizar el tiempo que la crianza y educación de todo hijo requiere, más aún si se desempeña un cargo de mucha responsabilidad, como es el caso de la Dra. Escobedo. Lograr que ninguno se sienta desatendido es su principal objetivo familiar, algo que considera complicado, pero no imposible. Por ello, siempre se da un momento para contarle a sus hijos las cosas que realizó durante el día en el trabajo, para que entiendan que, aunque a veces no pueda estar con ellos físicamente, siempre está atenta y dispuesta a prestarles atención. “Ser madre no es una tarea fácil, nadie nos enseña a serlo, cada uno de tus hijos tiene una personalidad diferente, tienes que entenderlos, amarlos, enseñarles con el ejemplo y cuidarlos, porque crecen tan rápido que debemos darnos tiempo para estar con ellos. Algo que les repito frecuentemente es que siempre estaré ahí para ellos. El amor de una madre es infinito. ¡A todas las madres, qué sean felices este y todos los días de sus vidas!”, finaliza.
Dra. Grace Escobedo
Subgerente de Salud de la Clínica Ricardo Palma