La salud física, mental y social; vitales para el ser humano y su ecosistema, usualmente son tratadas como enfermedades ligeras fuertes o graves que de seguro tienen alguna medicina o tratamiento efectivo, pero hoy me gustaría resaltar la importancia de la salud del alma, que hacemos para estar en paz con uno mismo y con nuestro entorno? Como logramos un real equilibrio en nuestra vida, más allá de la fe, credos o creencias. Que hacemos nosotros como seres humanos individuales para ser agentes del cambio. Como logramos que nuestras acciones decanten en hechos que generen clima de bienestar, positividad y esperanza. Todo está íntimamente relacionado. Todos los que laboramos en este sector, somos los llamados a ser diferentes. Con mucho respeto al resto de sectores o industrias, no fabricamos zapatos ni hacemos hamburguesas. Nuestra misión es cuidar al ser humano, a todo nivel. Y para ello es importante entender la salud en todos sus niveles y en todas sus dimensiones.
Giancarlo Sanguinetti, CEO de Unilabs Latin America y General Manager Peru, nació un 21 de marzo de 1979 en la ciudad de Lima.
“Yo soy hijo único, mi padre y mi madre son descendiente italiano y francés respectivamente, pero yo tuve la fortuna de nacer en este hermoso país.
Vengo de una familia muy unida, muy alegre y con gratos recuerdos de mi infancia.
Mi madre falleció en el 2006 cumpliendo 50 años, a causa de un diagnóstico mal dado, y eso me marco por siempre. La impotencia y la frustración de querer hacer todo por salvarla y no poder lograrlo, es una situación que puede generarte dos estados de comportamiento. Decidí optar por el que consideraba, podría traerme mayor benefi cio interno; Servir.
A través y a causa de lo que ocurrió en vida, me dedicaría a estudiar para aprender y comprender los comportamientos del ser humano para identifi car de qué manera poder apoyarlo y servirle de forma efectiva y real. Casi siempre las personas creen saber lo que necesitan, y usualmente se equivocan”.
“Me motiva y alegra el día, el que me busquen para tener una buena charla”.
Realizó sus primeros estudios de primaria y secundaria en el colegio San Agustín y Pertenece a la orden Agustina desde siempre.
“De niño era introvertido, aunque desde muy joven me gustaba cultivar las buenas amistades.
Tengo primos hermanos que en la práctica fungían como hermanos. Siempre fuimos muy unidos, hasta hoy nos reunimos compartiendo momentos muy gratos y felices”, relata Sanguinetti con emoción.
“La adolescencia es una etapa necesaria e importante para hacernos adultos. Pero esencialmente es una etapa con valor y riqueza en sí misma, que brinda infinitas posibilidades para el aprendizaje y el desarrollo de fortalezas. Es una etapa desafi ante, de muchos cambios e interrogantes para los adolescentes, pero también para sus padres y adultos cercanos.
Es aquí donde vas marcando o delineando la línea de tu vida y te surgen las primeras preguntas, como quien quieres ser”. Enfatiza Sanguinetti
¿Cómo era Giancarlo en la adolescencia?
Bueno debo confesarles que en la adolescencia no era tan estudioso, me costaba enfocarme en clases; hubieron crisis económicas muy fuertes en la familia que me sacaban del día a día. Quizás es la excusa perfecta para evitar tener que decir que era fanático del Judo y me la pasaba entrenando. Pero todo suma, aunque fue mi tubo de escape; hasta que gracias a Dios termine la secundaria.
Mis padres en ese momento tuvieron una participación preponderante, puesto que me motivaron a estudiar en la universidad de inmediato y seguido de terminar el colegio. Como era lógico y dada la coyuntura, me ayudaron en el primer empujón y luego ya dependía de mí. Como estaba rankeado en el judo, tuve oportunidad de ingresar a estudiar.
Ahí vino mi real transformación, cuando decidí ser alguien por mí y para mis padres. (16 años).
Inicie la universidad (17) y una vez adentro cambio mi perspectiva de vida y lo que quería lograr.
Me volví muy deportista y muy disciplinado (jamás probé un cigarro) e intenté ser el mejor en todo lo que viniera. El judo me dejo muchas satisfacciones y muchas enseñanzas, mismo al que me dediqué con mayor intensidad y tuve la oportunidad de representar a mi país internacionalmente.
Giancarlo Sanguinetti empezó sus estudios universitarios desde 1996, la carrera de Ciencias de la Comunicación y Posterior a ello Administración de Empresas, en la Universidad de Lima y la UIGV. Posteriormente se especializo en Psicología del consumidor. A continuación, realizo otra especialización intensiva en Finanzas en La Univ. Javeriana, Colombia, país donde vivió 3 años.
En estos los últimos 10 años realizó diversos programas de especialización tanto locales como en el extranjero (enfocados a estrategia, management y dirección de empresas).
“Realice un MBA (en 2 años) mediante un convenio entre la URP y una Universidad extranjera. Allá por el año 2006-2008, actualmente me encuentro culminando una segunda maestría (Senior Executive MBA) con la Universidad de Piura (PAD) y el IESE de España”, comenta Giancarlo.
Giancarlo Sanguinetti, comenzó a trabajar en el año 1998 a los 19 años. “Tuve increíbles oportunidades laborales, pero jamás se me olvida la primera; sobre todo porque lo debes hacer con mucha responsabilidad y mucha humildad; al saber que serás papá.
Y pude encontrar mi primera oportunidad en la caseta de la Av. Salaverry (Universidad del Pacifico) para entregar tickets a los carros de los alumnos que ingresaban a estudiar. Llegaba 5.15 am y salía 2 pm para luego irme a estudiar. Estaba convencido que, a mi hija, jamás le faltaría nada”.
A lo largo de su vida tuvo la oportunidad de colaborar en varias empresas; todas vinculadas al sector salud (24 años de experiencia laboral) tanto nacionales como multinacionales. En posiciones de asesor externo como funcionario ejecutivo. “
En mi carrera profesional y laboral, pase por varios países de Sudamérica como, Chile, Colombia, Ecuador y obviamente Peru.
Tuve la suerte de iniciar mis labores aprendiendo desde lo más básico y lo más sencillo, con la misma humildad que tuve el primer día que inicié, hasta hoy. Y eso es lo que permitió formar a la persona que hoy en día soy.
Actualmente me encuentro liderando la región Latino América para una multinacional de origen Suizo, llamada Unilabs con presencia en más de 20 países, líder en servicios de soporte al diagnóstico y que en Latam comenzó por Perú, desde hace 8 años; en donde tuve la suerte de comenzarla muy recién llegada. No hubo mayor orgullo y satisfacción verla crecer de a pocos, pero por, sobre todo, ver al equipo humano inmerso en ella, verlo crecer también”. Relata Sanguinetti.
¿Qué nos puede comentar sobre su familia?
A mi esposa la conocí en el año 1995 (terminando el colegio) en una reunión de amigos del barrio cuanto yo tenía 16 años. y ella 14. Ocurrió lo que jamás imaginé, verla por primera vez, y pensé, no la puedo dejar ir nunca más. Inmediatamente, me acerque a saludarla y de los nervios me resbale y caí sobre ella. No me habló durante una semana.
Tenemos 23 años de casados y dos hijos que son nuestro motor, desde el primer día.
Alessandra de 22 años y Stefano Giancarlo de 20 años.
Considero que la familia es la célula principal de la sociedad, el derecho a la familia es uno de los derechos humanos fundamentales. La familia es considerada el elemento natural, universal y fundamental de la sociedad, allí el individuo establece sus primeros contactos sociales y culturales: los primeros y más importantes aprendizajes (caminar, hablar, relacionarse con los otros) comienzan en el hogar.
¿Coméntenos cómo es su vida familiar, principalmente los fines de semana?
Nuestra vida familiar es bastante simple. Nos gusta compartir juntos, sin importar dónde o con qué. En muchas ocasiones incluso con las parejas de mis hijos. Siempre hay un buen motivo para ver una película, o comer una pizza, o jugar cartas. Pero intentamos siempre dar un espacio para los 4, debo confesar orgullosamente que somos muy amigos y nos divertimos muchísimo.
En los últimos años las reuniones han aumentado (como es lógico, dado mi ritmo laboral, y la juventud de mis hijos) suelen ser cotidianas, pero las disfruto mucho.
Pero en pandemia el estar juntos nos permitió conocernos aún más y sacar lo mejor de cada uno en pro de hacer cosas que en verdad sean útiles y no necesariamente para nosotros.
Una parrilla, una pizza, etc; siempre suele ser reconfortante verlos y saber de ellos; la familia en general y amigos. “donde comen 3 comen 10”.
Mi mundo aparte de mi familia, es el sector que le di y me dio todo, el de la Salud.
Todos mis amigos principalmente vienen del sector y muchos de ellos nos conocemos toda una vida, compartiendo experiencias y anécdotas del día a día. El hecho de haberlos visto crecer, me llena de mucho orgullo. Sé que siempre estarán para mí y siempre estaré para ellos.
¿A qué lugares dentro y fuera del país ha viajado?
Gracias a Dios he tenido la oportunidad de conocer gran parte del mundo.
Pero, en definitiva, conocer mi país fue una las oportunidades más gratificantes pero que a la vez me permitieron ir formando y tomando conciencia de las verdaderas limitantes y desventajas que tienen los habitantes fuera de la capital.
Parte de nuestra obligación como personas involucradas en nuestro sector, es conocer y reconocer las falencias del sistema, las debilidades de las personas, pero, sobre todo, las carencias de las personas. A partir de ahí es que puedes empezar a aportar valor en generar un cambio.
¿Finalmente, que opina sobre la actual situación en el mundo, de nuestro país y la pandemia?
El haberme formado y desarrollado en este país y para este noble sector, me ha permitido tener una visión muy clara de las falencias, debilidades, particularidades y oportunidades que nos puede dar el trabajar en salud.
La pandemia no ha hecho más que ratifi car y marcar aún más esas falencias y debilidades que nuestro modelo tiene, pero sobre todo las personas inmersas en él.
Podría ser muy sencillo dar pautas, sugerencias o modelos como ejemplos a seguir, pero en tanto las personas involucradas y responsables de generar el cambio, no entiendan o no quieran entender que la prioridad antes que cualquier interés personal o empresarial, es el ser humano y su estabilidad a todo nivel, poco podremos cambiar.
La base de todo cambio, es la persona y su calidad moral- ética dentro de un entorno que requiere, además, dada la coyuntura, mucho más que ello. Pero al menos, partamos de lo básico.
La clave es Identificar a las personas que sean capaces de generar el cambio. El conocimiento lo adquieres o lo impartes. La fuerza, la integridad y la ética; vienen desde casa.