Desde su inicio de su operación hace 30 años, la Red de Clínicas San Pablo tiene una misión clara: ofrecer un servicio de primer nivel, con personal altamente capacitado, motivado y apoyado en tecnología de punta. Esto se ve reflejado por la progresiva y continua acreditación de sus sedes por la Joint Commissión International, que destaca el cumplimiento de estándares de calidad de la institución por parte de un organismo internacional de prestigio.

Desde entonces, la red San Pablo ha trabajado arduamente, lo que le ha permitido convertirse en la más grande red privada de salud del Perú, con diez sedes distribuidas en cuatro regiones. En Lima, la red cuenta con las clínicas San Pablo, Santa Martha del Sur, San Gabriel, San Juan Bautista, Jesús del Norte, Centro Especializado Chacarilla y San Pablo Asia. Mientras que en regiones está presente con Clínica San Pablo Arequipa, Clínica San Pablo Huaraz y Clínica San Pablo Trujillo.

Este logro, que ha sido clave para descentralizar sus operaciones y para llevar una atención médica de primer nivel a los pacientes que más lo necesitan ha venido de la mano con un constante desarrollo tecnológico. Ello, con la intención de ser el grupo de salud más importante del país no solo por tamaño, sino también por capacidad resolutiva. Y es que la institución es consciente que la tecnología es vital para poder brindar una atención de calidad.

Hoy, San Pablo reafirma esa meta y apunta a dotar a cada una de sus sedes con equipos de alta tecnología, con la intención de que sus pacientes encuentren en ellas soluciones eficientes, sin la necesidad de trasladarse a otras ciudades o, en algunos casos, a otros países para ser tratados de sus enfermedades.

Así, desde hace 30 años, uno de los focos de la institución se ha centrado en la ejecución de cirugías mínimamente invasivas. Para lograr ello, ha destinado parte de sus esfuerzos en adquirir modernos dispositivos, entre los que destacan departamentos de hemodinamia, radiología intervencionista y terapia endovascular con presencia de cineangiógrafos de última tecnología. Estos permiten realizar procedimientos altamente especializados, en distintos niveles, tales como cardiología y estudios electrofisiológicos, cirugía cardiovascular, neurología, gastroenterología, entre otros.

Parte de este trabajo de influencia en el país, es el trabajo de responsabilidad social que se ejecuta de la mano de la Fundación Alvartez, en sus programas especiales para poblaciones vulnerables, en especial con los menores de edad con cardiopatías cianóticas, denominados “Niños Azules”.

“En nuestros 30 años de historia, la red de clínicas San Pablo ha realizado más de 31 millones de atenciones a nuestros pacientes. Hoy nuestros esfuerzos están enfocados en dotar a nuestras sedes con la mejor infraestructura y tecnología, porque sabemos que ello es fundamental para brindar un servicio de calidad a las personas que confían en nosotros. Ratificamos nuestro compromiso con nuestros pacientes y con todos los peruanos”, Manuel Marroquin, Gerente Comercial del Grupo San Pablo.

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