Martins & Romero Group, empresa peruana especializada en Soluciones Tecnológicas en Telemedicina, visualiza cómo la telemedicina puede llegar a todos los rincones del país y cerrar brechas en la atención médica a nivel regional y nacional.

La telemedicina es considerada como un importante avance en el acceso a la salud y no solo desde el punto de vista tecnológico, sino también cultural y social, al favorecer el acceso a los servicios de atención sanitaria, mejorar la calidad asistencial y la eficiencia organizativa. Es, sin duda, una de las herramientas fundamentales para enfrentar la pandemia de la COVID-19 en todo el planeta.

A nivel global, y especialmente en Latinoamérica, se vive un proceso de cambio por el que el uso de la telemedicina se viene normalizando como una forma cotidiana de relación entre médico y paciente, para dotar de una mayor eficacia a la labor de exámenes y diagnósticos médicos. Esta es la oportunidad para que tanto el sector privado como el público aprovechen el momento y asuman ese cambio sin perder de vista las implicaciones legales y garantías con las que debe prestarse la asistencia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la Telemedicina como “la prestación de servicios de atención de la salud, donde la distancia es un factor crítico, por todos los profesionales de la salud que utilizan tecnologías de la información y de la comunicación para el intercambio de información válida para el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades y lesiones, la investigación y la evaluación, y para la formación continuada de los profesionales de la salud, todo en aras de avanzar en la salud de los individuos y sus comunidades”.

Una definición más simple -dentro del amplio mosaico de innovaciones y servicios que implica la Telesalud- es la utilización de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) para la transferencia de información médica con finalidades diagnósticas, terapéuticas y educativas.

La tecnología se puede aplicar en distintos aspectos de la atención de la salud: desde la toma de imágenes hasta la transmisión de información. Para entender mejor el tema, es necesario comprender algunos aspectos clave.

1. La informática de la salud: la integración de redes de información sanitaria y los sistemas distribuidos de historiales y registros médicos electrónicos y servicios asociados para la recogida, análisis y distribución de datos relacionados con la salud. Por ejemplo, los registros electrónicos de salud. Algunas veces, los registros electrónicos de salud pueden ser gestionados y compartidos por el propio paciente. En este caso se conocen como ‘carpetas personales de salud’ o expedientes electrónicos del paciente.

2. La Telesalud y la telemedicina: la interacción directa o indirecta con otros proveedores de atención médica (para una segunda opinión u opinión experta), pacientes enfermos, o bien los ciudadanos. Por ejemplo: la teleconsulta y las redes sociales. Mientras que el término telemedicina se circunscribe a servicios de atención médica directa, la telesalud denota una defi nición más amplia.

3. El e-learning: el uso de las TIC para ofrecer oportunidades de enseñanza y educación a los proveedores de salud y los ciudadanos.

4. El comercio electrónico: Se relaciona con el lado del negocio de cuidado de la salud, por ejemplo, el reembolso electrónico. Son sistemas de información hospitalaria que permiten el control de los servicios prestados a los pacientes y sus costes asociados, así como el resto de información administrativa.

Esta información, tecnología y expertise puede aplicarse en distintos servicios de telemedicina. Entre ellos está la asistencia remota, que puede referirse tanto a las teleconsultas de seguimiento, diagnóstico o tratamiento a distancia del paciente, como a los servicios de telemonitorización de pacientes (a menudo crónicos), que incluyen en muchas ocasiones registros de parámetros biológicos. También pueden darse servicios de gestión administrativa de pacientes, tanto desde la solicitud de pruebas analíticas como aspectos relacionados con la facturación por la prestación de servicios. La telemedicina también facilita la formación continua y a distancia para profesionales. Finalmente, el uso de TIC en el sector Salud promueve también la evaluación y la investigación colaborativa en red, pues permite compartir y difundir buenas prácticas, así como crear conocimiento a través de las acciones y reacciones de sus miembros.

Estos servicios también incluyen la comunicación electrónica entre profesionales para llevar a cabo acciones coordinadas. A menudo, dentro de los servicios de asistencia remota se realiza una distinción entre telecuidado y telemonitorización. Los servicios de telemonitorización amplían las opciones para los pacientes y permiten una atención continua en el hogar. Son impulsados por profesionales de la salud y también contribuyen a empoderar a los ciudadanos y pacientes a tomar un papel activo en la gestión de su enfermedad. Además, se reduce la duración de la estancia hospitalaria de los pacientes, se proporciona un nuevo papel para los médicos como segunda línea de soporte en unos entornos de servicio profesional multiprofesional, a menudo coordinados por profesionales de enfermería y los pacientes pueden responsabilizarse sobre su enfermedad y tomar el control sobre ella.

¿Cómo implementar la telemedicina en el Perú?

“Hoy, la telemedicina en el Perú se encuentra en un nivel 1, mientras que en países desarrollados ya se encuentran en nivel 5, completamente digital y hasta con autodiagnósticos en base a inteligencia artifi cial. Sin embargo, en el Perú se realizan en base a WhatsApp u otras herramientas”, explica Rafael Romero Hassinger, Gerente de Martins & Romero Group, empresa peruana especializada en Soluciones Tecnológicas en Telemedicina, Inteligencia Artificial y Dispositivos de Seguimiento Médico Continuo.

Estos niveles se refieren a la evolución de la telemedicina en una sociedad. El Nivel 1 es el de Telesalud Estándar, a través de llamadas telefónicas y videollamadas. El Nivel 2 logra mejores diagnósticos y flujo de trabajo gracias al empleo de exámenes médicos remotos en línea y asíncronos. En el Nivel 3 se alcanza un servicio de triaje asincrónico y se cuenta con un soporte tecnológico para la toma de mejores decisiones médicas. En el Nivel 4, el uso de Inteligencia Artificial facilita los diagnósticos en solo minutos. Finalmente, en el Nivel 5 se logra alcanzar una Atención Primaria Digital Completa.

Sin embargo, para pensar en dar este salto tecnológico en el país y la región, es necesario contar con herramientas especializadas que permitan que el servicio médico primario llegue a todo el país, incluso a los lugares más remotos. Al mismo tiempo, el uso masivo de dispositivos médicos ayudaría a descongestionar hospitales y proveería de servicios médicos de calidad a personas que no pueden trasladarse de su hogar o prefieren no hacerlo, pues en plena pandemia implicaría arriesgarse.

“Las herramientas que se están utilizando actualmente son principalmente Zoom y WhatsApp. Si bien resultan útiles para un primer momento, la verdad es que a través de ellas no se puede obtener imágenes o datos de calidad, ni realizar una transmisión de información de, por ejemplo, el ritmo cardíaco del paciente. Nosotros, en cambio, contamos con equipos como TytoCare, que puede medir el ritmo cardíaco y escuchar los latidos del corazón desde un estetoscopio totalmente digital y aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés)”, detalla Romero Hassinger.

Con este mismo dispositivo, el médico puede escuchar los pulmones, que es muy importante en estos tiempos para saber si tiene una afección puede ser una bronquitis o una neumonía. Además, puede escuchar los sonidos de la parte abdominal o realizar un examen de oído y evaluar todo el canal auditivo. TytoCare cuenta también con un termómetro infrarrojo digital capaz de evaluar la temperatura basal del paciente y, a través de una cámara digital, ver imágenes clarísimas de la cavidad bucal.

“El médico podrá, por ejemplo, ver las amígdalas en tiempo real y diagnosticar si están inflamadas o si hay una infección. Para apoyar su decisión, puede también pedir otros exámenes como uno de piel, para verificar si tiene una afección. una picadura o una reacción alérgica”.

Todos estos exámenes pueden ser realizados por el propio paciente o un familiar desde la comodidad de su casa y los resultados serán enviados de manera inmediata al médico tratante. De igual manera, estos dispositivos pueden ser utilizados en centros médicos de todo el país, incluso aquellos en zonas lejanas que no cuenten con un médico de manera permanente. Todo ello, por un costo mucho menor al que implicaría contar con todas las máquinas profesionales médicas que requiere un hospital o clínica.

Además, no es necesario que el médico esté en línea de manera permanente. Supongamos que el médico o el paciente se encuentren en un lugar remoto y no haya un servicio de internet. Entonces, el paciente puede hacerse los exámenes que quedarán guardados en el dispositivo y enviar los resultados cuando sea posible.

“Hoy en día la tecnología en telemedicina está muy avanzada. Para miles de peruanos, esto significaría un gran aumento en su calidad de vida y su tranquilidad. El uso de esta tecnología implicaría un salto de 20 años en la atención sanitaria del país. Esto nos ayudaría para frenar el déficit de especialista y estar preparados incluso para una nueva pandemia. Este es el mejor momento para que el país y los peruanos inviertan en su salud”, finaliza Romero Hassinger.

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