Para los niños de las regiones altoandinas del país, vivir es un reto diario por las bajas temperaturas a las que se enfrentan cuando llega la temporada de heladas, más aún durante la época escolar, cuando deben atravesar grandes distancias en esas condiciones para llegar a sus colegios. Contar con un abrigo adicional, que también los proteja de la lluvia, es vital. Para ayudarlos con esa situación se creó La Ponchila, una mochila con poncho incorporado que, además de ayudarlos a llevar sus útiles escolares cómodamente, les proporciona abrigo.
Esta iniciativa se pudo concretar gracias a la participación de empresas privadas, el Gobierno, recicladores formales y miles de peruanos que reciclaron sus botellas. El trabajo articulado de estos actores ha logrado que 7 mil niños entre seis y nueve años de distintas
comunidades de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac puedan ir al colegio protegidos por sus Ponchilas, que los ayudarán ante el clima
extremo y a prevenir enfermedades. El desarrollo de La Ponchila fue resultado de la alianza entablada por Pacífico Seguros, San Luis, Wong y Metro, quienes en su primera edición desarrollaron y entregaron 6 mil Ponchilas en las comunidades de Cusco, Arequipa y Puno. Para este año se sumó el Ministerio del Ambiente, que fue clave en la difusión y recolección de botellas a través de sus campañas de educación e información ambiental del programa “Perú Limpio”, con las que se logró recaudar más de cinco toneladas de botellas de plástico. Para la entrega, la ayuda fue canalizada través de la ONG Cáritas y el primer reparto de este año se realizó en los distritos de Acoro, Chiara, Socos y Vinchos en Ayacucho, donde colaboradores de Pacífico Seguros, Coca-Cola Perú y Cencosud Perú participaron en la donación, beneficiando a 38 comunidades en las que viven más de 2,380 niños. Esta cruzada llegó a otros 13 distritos de Huancavelica y Apurímac, abrigando a niños de más de 100 comunidades altoandinas. La campaña se inició el 28 de noviembre
del 2017 y culminó el 15 de marzo de este año, lográndose recolectar cerca de 560 mil botellas (superando el objetivo inicial de480,000 botellas). Los resultados muestran que todos los esfuerzos realizados, aún los más pequeños, ayudaron a abrigar a más niños al materializarse en la fabricación de mil ponchilas adicionales a las 6 mil proyectadas al inicio de la campaña. Así, entre la primera y segunda edición de la campaña, La Ponchila ha conseguido llegar a 13 mil niños y apunta a continuar protegiendo a más escolares para que tengan un camino seguro hacia sus clases. Esta iniciativa de la Ponchila, son un ejemplo de que todos podemos aprovechar los
residuos sólidos que generamos diariamente para generar impactos ambientales positivos, e incluso beneficios sociales y económicos.